Los dos rugbiers sobreseídos, Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino que, además eran amigos de los ocho imputados, declararán mañana, lunes 16, como testigos en la causa por el homicidio de Fernando Báez Sosa ocurrido hacer tres años en Villa Gesell.
Aunque fueron investigados, estuvieron detenidos y fueron absueltos por el brutal crimen de Fernando Báez Sosa, este lunes se sentarán como testigos y con la consecuente obligación de decir la verdad sobre lo que vieron y escucharon el 18 de enero de 2020 cuando ocurrió el homicidio.
Los jóvenes estuvieron detenidos unos días hasta que la investigación los dejó afuera, debido a que las pruebas no alcanzaron para involucrarlos en la golpiza que el resto del grupo de rugbiers propinó a Fernando Báez Sosa hace casi tres años.
Milanesi y Guarino fueron testigos propuestos por la defensa de los ocho rugbiers, sin embargo, a la hora de declarar deberán responder las preguntas del fiscal Juan Manuel Dávila y de los abogados del particular damnificado, los padres de Báez Sosa, representados por dos abogados querellantes.
Mañana comenzará la tercera semana de juicio con la finalización de las testimoniales de un proceso que arrancó el 2 de enero pasado.
La información que los sobreseídos pueden aportar se prevé que será importante, ya que compartieron vivienda en la casa que el grupo de rugbiers alquiló en Villa Gesell ese verano. Incluso, a Milanesi se lo ubicó en la investigación cerca de los otros rugbiers cuando atacaron a Fernando Báez Sosa frente al boliche Le Brique de esa ciudad balnearia.
Sin importar lo que declaren, al haber sido desvinculados de la causa por falta de elementos para involucrarlos en el ataque, no podrán volver a ser investigados.
Deberán decir la verdad y por ello, tanto la Fiscalía como los abogados querellantes, estiman que podrían comprometer al resto del grupo, pues si la omiten o mienten, corren el riesgo de incurrir en un falso testimonio y ser procesados.
Otros testigos
Para la jornada del lunes también se prevé la declaración de Tomas Colazzo, amigo del grupo de rugbiers que nunca fue investigado pese a haber estado en las inmediaciones a donde sucedió el ataque.
De alcanzar el tiempo, este lunes también podrían declarar Rosalía Zárate y María Paula Cinalli, madres de Máximo Thomsen y Blas Cinalli, respectivamente.
El próximo miércoles el Tribunal Oral Federal 1 de Dolores prevé finalizar la prueba testimonial y fijar fecha de alegatos para la semana siguiente: en esa etapa la Fiscalía, el particular damnificado y la defensa harán su exposición.
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