El pasado 18 de junio a las 6 de la mañana, Alexis Benavídez (28) habló por última vez con familiares. Aquel domingo, el joven le dijo a uno de sus hermanos que iba manejando por la ruta 9 y que, por precaución, tenía que colgar porque había mucha neblina. Alexis conducía su Ford Fiesta blanco. Lo usaba como remís.
El muchacho había partido de Pilar, donde vivía con su madre. En Laguna Larga, se le perdió todo contacto. Su teléfono enmudeció.
Desde entonces, su familia pugnó para que sea encontrado. La Justicia y la Policía motorizaron una ardua pesquisa que tuvo su derivación en las últimas horas: en la mañana del jueves, un cuerpo en avanzado estado de descomposición fue hallado tirado en una zanja de un campo de esa región. Presentaba quemaduras.
Desde el seno de la pesquisa señalan que el cuerpo es del joven desaparecido. De todos modos, el resultado de ADN terminará por confirmar todo.
Por el caso de Alexis hay tres hombres detenidos. Todos están acusados por homicidio simple por orden de la fiscalía de Río Segundo. No se descarta que, conforme al avance de la pesquisa, las imputaciones se agraven.
Tampoco se descarta que pueda haber más detenciones.
En el seno de la investigación, los pesquisas aseguran que se trató de una venganza por una cuestión personal. Ahora bien, el móvil de semejante ataque no está del todo claro.
DESAPARICIÓN Y EL PEOR FINAL
Volviendo a aquel 18 de junio, a Alexis se le perdió todo rastro. “Jamás se desaparecía”, señalaría luego su hermana.
Tras una denuncia de la familia, el caso recayó en la fiscalía de Río Segundo, por lo que el Ministerio Público Fiscal de Córdoba emitió un comunicado solicitando colaboración para dar con su paradero.
A las pocas horas, los policías detuvieron a un conocido de Alexis. Se trataba de Isaac Colazo (30), oriundo de Pilar.
El hombre andaba en el auto de la víctima y lo terminó chocando contra unos árboles mientras huía de los policías.
Cuando los uniformados revisaron el vehículo, encontraron una escopeta y un cuchillo. También había un par de zapatillas debajo del asiento del conductor.
El padre de la víctima reconoció las propiedades como de su hijo.
A todo esto, Colazo no aportaba nada sobre el paradero del muchacho.
RASTRILLAJES EN LA REGIÓN
Desde la fiscalía de Río Segundo se convocó a pesquisas del Departamento Homicidios, al grupo Duar de Bomberos, la División de Canes y hasta los bomberos voluntarios de la zona para apuntalar la búsqueda
Se hicieron rastrillajes en Manfredi, en Oliva y en James Craik. Todos resultaron negativos.
El paso de las horas hizo que se fueran desvaneciendo las esperanzas para hallarlo vivo.
De todos modos, la causa fue avanzando a paso firme. Tanto así que los investigadores detuvieron a otros dos hombres. Se trataba de los hermanos Brandon (21) y Fernando Ferreyra (23). Uno de ellos tenía el celular de Benavídez.
CONFESIÓN Y HALLAZGO
Fuentes con acceso a la causa señalaron que uno de los acusados se “quebró” y terminó aportando datos clave en torno a la búsqueda del muchacho desaparecido.
Con esa información, policías y bomberos terminaron dando con un cuerpo. Estaba tirado en una zanja a tres kilómetros de James Craik.
“Presentaba quemaduras. No sabemos cómo lo mataron. Habrá que esperar la autopsia”, contó un investigador.
Walter Combina, coordinador del operativo de búsqueda, confirmaría que se trataba de Benavídez.
La ropa de la víctima tenía signos de quemadura.
Personal de la Policía Judicial fue al lugar, procedió a retirar el cuerpo y lo trasladó hasta la morgue para la realización de la correspondiente autopsia.
Hasta el jueves toda la atención de los investigadores estuvo puesta en dar con el paradero del joven.
Ahora, reconocen, están tratando de entender qué pasó con Alexis.
LA PESQUISA SIGUE ABIERTA
Una alta fuente con acceso a la causa indicó que en torno al crimen circularon distintas versiones, ninguna de ellas aún acreditada por los investigadores.
En ese marco, las averiguaciones giran en torno a si pudo ser una venganza personal por una mujer, en el contexto de un asalto contra el remisero o bien un ataque por otra actividad vinculada a otros negocios.
Marcos Benavídez, uno de los cuatro hermanos de Alexis, dijo a La Voz que previo a su desaparición no notaron nada raro en su hermano. “Estaba tranquilo, normal”, señaló.
Contó que Alexis esperaba a su segunda hija, que finalmente nació tres días después de su desaparición.
“Alexis está limpió. Jamás tuvo problemas con la Policía”, dijo otro de sus hermanos.
Hoy, la familia exige justicia.
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