Personal del Departamento Sustracción de Automotores, dependiente de la Dirección General de Investigaciones, procedió al secuestro de una camioneta que registraba pedido activo desde el año 2000 en la provincia de San Luis.
El procedimiento se inició cuando un ciudadano identificado con el apellido Burgos, de 68 años, se presentó en la dependencia para consultar sobre la situación del vehículo. Al ser verificado en el sistema de la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad del Automotor, surgió que la camioneta Nissan tenía un pedido de secuestro vigente desde el 11 de enero del año 2000.
Ante esto, se comisionó un operativo al domicilio del ciudadano, ubicado en el barrio Mirador II, donde se corroboró físicamente la existencia del rodado. Una vez confirmado el requerimiento judicial, el vehículo fue secuestrado y trasladado al predio de la Dirección General de Investigaciones, donde quedó a disposición del magistrado interviniente. La Justicia continuará investigando cómo llegó el vehículo a manos del actual poseedor y si existen responsabilidades penales asociadas.
Camioneta con pedido judicial vigente en el barrio Futuro II
El vehículo fue detectado durante tareas investigativas por personal de Sustracción de Automotores. Registraba un pedido de secuestro desde octubre de 2024 por orden del Juzgado de Instrucción N° 2.
El jueves por la noche, personal del Departamento Sustracción de Automotores de la Dirección General de Investigaciones secuestró una camioneta que tenía un pedido judicial activo. El procedimiento se realizó en el barrio Futuro II, sobre una calle pública cercana al camping de la institución Incor, durante un operativo de rutina.
El vehículo, una Cherry Tiggo de color negro, fue detectado y, al ser consultado en el sistema nacional de registros automotores, arrojó un pedido de secuestro vigente desde el 14 de octubre de 2024, por orden del Juzgado de Instrucción en lo Criminal y Correccional N° 2, a cargo del Dr. Héctor Daniel Barría. En el lugar fue entrevistado el poseedor actual del rodado, identificado con el apellido Cura, quien colaboró con la verificación del mismo.
Confirmada la correspondencia de motor y chasis, el vehículo fue trasladado al predio de la Dirección General de Investigaciones, donde quedó a disposición del magistrado interviniente. La investigación continuará para establecer cómo llegó el rodado a manos de su actual poseedor.
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