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Este lunes los 8 rugbiers acusados de asesinar a golpes a Fernando Báez Sosa a golpes a la salida de un boliche en Villa Gesell hace tres años tendrán su condena.
Los rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa recibieron la visita de sus familiares
Todos los miércoles, los familiares visitan a los detenidos por el asesinato de Fernando Báez Sosa en el penal de Dolores (Foto: Télam).
El Tribunal que los juzga no solo dirá cuántos años deberán pasar presos por el violento asesinato del joven estudiante de derecho si no que también les dictaminará a qué penal deberán ir y esto los tiene sin dormir a los imputados.
Esta semana, los 8 rugbiers oriundos de Zarate decidieron intentar cambiar el rumbo de sus destinos dentro de prisión y por eso pidieron biblias y la visita de un pastor, para intentar ingresar a pabellones evangelistas que se sabe que son más tranquilos y menos violentos.
Pero el verdadero temor de los ocho no es más la cárcel de Sierra Chica, el penal más violento y sanguíneo del país.
La Unidad Penal N° 2 es un establecimiento penitenciario de máxima seguridad y una de las cárceles más antiguas del país ya que fue inaugurada antes de que se construya la localidad, el 4 de marzo de 1882.
Esta aloja a unos 3.000 presos distribuidos en tres Unidades: N° 2, N° 38 (régimen semiabierto) y N° 27 (régimen semiabierto y abierto).
Las celdas son de 3,75 metros de largo por 1,80 de ancho y 3,60 de alto, son ocupadas por dos internos y tienen un inodoro. Aunque, todo esto es en la teoría porque se sabe que hay más cantidad de reos en el lugar y que se vive de forma muy precaria.
Los rugbiers ya recibieron mensajes que si caen en ese lugar sus días no serán nada fáciles ya que los presos les tienen broncas por el brutal asesinato y por sus formas acomodadas de vida.
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