Una insólita situación se vivió en el partido de Quilmes, en Buenos Aires, cuando una familia buscaba intensamente a un hombre y organizaba marchas pidiendo por su aparición hasta que descubrieron que en realidad estaba preso.
Antonio Lazarte había salido de su casa el pasado 2 de julio supuestamente para una entrevista laboral y nunca regresó. Sus allegados realizaron la denuncia sobre su paradero y organizaron marchas, hasta que 21 días después se supo lo que había ocurrido. Lazarte estaba detenido en una seccional de Hurlingham, acusado de integrar una banda dedicada a entraderas.
Cuando lo aprehendieron, el hombre cayó junto a cinco personas, todas vinculadas al mismo delito. Los sujetos fueron apresados en dos autos, con armas de fuego y elementos para cometer ilícitos tales como precintos cinta adhesiva tipo industrial, soga, dólares falsos y un porta credencial con el logo de la policía.
Lo extraño del caso es que la Policía y la Justicia lo buscaban intensamente sin saber que ellos mismos lo habían detenido, según detallan medios nacionales.
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