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Policiales EN SANTIAGO DEL ESTERO

Un camionero cordobés, en la trama de otro millonario contrabando de cocaína

El hallazgo de 82 kilos de esta droga, camuflados en una carga de harina de soja, que fue desbaratada en Santiago del Estero, pone a Rosario y Córdoba como nudos centrales de la investigación.

A través de los innumerables pasos clandestinos, la cocaína boliviana era pasada hacia un paraje salteño, donde los narcos la acumulaban y clasificaban. Cada "pan" tenía su propio sello: un delfín o una doble ere, que es toda una seña de la pretendida "calidad" de la droga, una marca de quién la producía y enviaba.

Todo comienza en los alrededores de Salvador Mazza, la ciudad de frontera convertida, hace demasiado tiempo, en uno de los "coladores" del contrabando. Ya con la droga sellada en territorio argentino, la logística se hace fuerte en Orán, Tartagal o General Mosconi, donde las bandas tienen casas-quintas alejadas de las zonas urbanas, ideales para acopiar los cargamentos que luego desparraman por resto del país.

La larga ruta terrestre del narco arranca desde Rosario de la Frontera, en Salta, donde se bifurcan las rutas nacionales 9 y 34. Esta última, que lleva a Santiago del Estero termina por condensar buena parte de los cargamentos clandestinos. Es que esta vía, permite, una vez en territorio santiagueño, continuar a través de dos vías alternativas: volver a la 9 norte para llegar a Córdoba o continuar por la 34 rumbo a Santa Fe y Rosario.

Los grandes centros urbanos, como la ciudad de Córdoba, Rosario y Buenos Aires, con el conurbano, son los lugares que más demandan la cocaína para su consumo. Además, los puertos y la conexión de Córdoba con Cuyo, hacen de estos tres enclaves puntos más que centrales en el organigrama narco del país.

Fue en esta larga ruta blanca que el jueves pasado Gendarmería Nacional logró desbaratar otro millonario cargamento narco. A la altura del peaje Fernández, los hombres de verde controlaron un camión con acoplado que trasladaba harina de soja desde la localidad salteña de Salvador Mazza. No hubo sorpresa en el operativo: los investigadores hacía tiempo que venían tras lo rastros de esta banda.

Los gendarmes treparon al acoplado y se hundieron entre la soja. De allí comenzaron a emerger los "panes" de cocaína: 82 kilos en total. Traducido en pesos: 356 millones de pesos una vez que la droga llegue a los barrios urbanos, de acuerdo a la valuación que realizó la sección de Procedimientos Externos de Afip-Aduana.

Se trató de una investigación judicial realizada por efectivos de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Córdoba”, con apoyo de la Unidad de Inteligencia Criminal “Córdoba” y el Escuadrón 59 “Santiago del Estero” de Gendarmería Nacional, con intervención de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar).

Todo quedó radicado en el juzgado Federal N° 2 de Santiago del Estero que lidera Sebastián Argibay. Una compleja investigación federal en la que confluyen Gendarmería y Aduana.

El chofer del camión quedó detenido. Se trata de un joven cordobés, identificado por fuentes oficiales como Vicente Jesús Vega. En los registros aparece con dos domicilios en la provincia de Córdoba: en el barrio Villa El Liberador, al sur de la ciudad Capital, y en la localidad de Toledo.

Si bien en su planilla prontuarial no figuran otros antecedentes, los investigadores sostienen que no habría oficiado como un mero chofer. Se sospecha que este sería el sexto viaje que el camión con acoplada realizaba desde el norte del país rumbo a Rosario y, también, a Córdoba.

Incluso, cuando el jueves el cargamento narco fue desbaratado, se creía que el camión iba a continuar trayecto hacia la ciudad de Córdoba, aunque al final enfiló rumbo a la provincia de Santa Fe.

El camión también tiene su sello cordobés. Tiempo atrás, fue vendido en esta provincia a un comprador salteño, aunque en los papeles figura a nombre de una mujer.

Aunque aún no asoma una conexión entre ambos casos, a los investigadores federales no les deja de llamar la atención cómo Córdoba aparece cada vez más seguido en las "grandes ligas" del narcotráfico.

Hace 15 días, una cordobesa que 46 años, identificada como Ileana Mariela Bolzán, fue detenida en un dúplex de barrio Bajo Galán acusada de ser una presunta pieza fundamental de una banda que intentó llevar casi 800 kilos de cocaína desde Neuquén hacia Chile.

Investigada desde hacía años por su cercanía con la llamada "banda de los veleros", la organización detrás de fabulosos contrabandos de esa droga a Europa, Bolzán continuaba viviendo en Córdoba fuera del radar de los investigadores locales.

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En el verano, en tanto, la provincia fue noticia internacional luego de que se detectara que la familia del narco ecuatoriano Adolfo "Fito" Macías se había asentado en un country de Falda del Carmen.

Si bien los familiares fueron expulsados del país, hasta hoy no avanzó ninguna investigación para determinar cuál era el objetivo que perseguían al radicarse en Córdoba y si ya habían desplegado los tentáculos en esta provincia.

"No hay dudas de que alguien les abrió las puertas, que tienen contactos locales. Nunca una organización así desplaza a sus familiares sin tener algo concreto antes", describió una fuente de la inteligencia nacional en cuanto a las sospechas que surgieron detrás de este caso.

Fuente; Cadena 3

LUCHA CONTRA EL NARCOTRAFICO SANTIGO DEL ESTERO CÓRDOBA ROSARIO
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