El futuro asoma complejo tanto para el Gobierno como para los juristas Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla después del rechazo del Senado a cuenta de que se abrirá una discusión institucional sobre si este último puede continuar en el cargo.
García-Mansilla asumió en la Corte tras ser nombrado en comisión por el presidente Javier Milei hasta noviembre. La Corte le tomó juramento. Esa fue la respuesta que dio el magistrado al
juez federal Alejo Ramos Padilla, que tramitaba una causa para impugnar su designación y la de Lijo.
Su postura, y la de Gobierno, es que solo puede ser removido por juicio político. En el Senado toman el argumento del Ejecutivo y sostienen que los nombramientos en comisión tienen lugar hasta que la Comisión de Acuerdos se expida. Es decir, los pliegos que llegan al recinto quedan invalidados si se rechazan.
Por su parte, Lijo volvería al Juzgado N°4 de Comodoro Py. No logró asumir en la Corte en comisión como García-Mansilla, ya que el tribunal supremo le exigió que renunciara a su cargo al
argumentar que no alcanzaba con la licencia que había pedido.
El rechazo de Lijo era el que más ruido hacía en la política porque, si no llegaba a la Corte, Lijo continuaría en Comodoro Py, donde están los pasillos de los que ningún dirigente de la
Argentina está exento de recorrer alguna vez.
Comentarios