El presidente Javier Milei vetó a última hora del viernes la ley de reforma jubilatoria que se había aprobado la semana anterior en el Congreso. Lo hizo después de haberse reunido en Casa Rosada con los bloques de diputados dialoguistas, quienes le dieron su respaldo a la decisión.
Del encuentro con legisladores del PRO, el MID y La Libertad Avanza (LLA) participaron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por pedido del propio mandatario. El líder de La Libertad Avanza se entrevistó primero con los jefes de bloque Cristian Ritondo (PRO), Oscar Zago (MID) y Gabriel Bornoroni (LLA), para después pasar a una cita "ampliada" con el resto de los legisladores que integran esas bancas.
Según fuentes oficiales, Milei detalló ante los legisladores los motivos del veto y buscó garantizarse los dos tercios necesarios para evitar que la oposición parlamentaria pueda restablecer la ley.
El principal argumento de Milei para el veto es que el proyecto sancionado va contra la principal objetivo del gobierno de sostener el equilibrio fiscal. De acuerdo con sus cálculos, implicaría al Estado un gasto adicional de $6 billones para el año 2024 y $15 billones para 2025, lo que equivaldría al 1,02% del PBI para el año en curso y al 1,64% del PBI para el próximo.
"El proyecto de ley sancionado por el Congreso de la Nación es manifiestamente violatorio del marco jurídico vigente en tanto no contempla el impacto fiscal de la medida ni tampoco determina la fuente de su financiamiento", señala la resolución que se publicará el próximo lunes en el Boletín Oficial.
Entre otras razones, el texto indica que "la administración de los recursos públicos debe ser realizada en forma responsable y conforme a los fines públicos y principios de buena administración" con el objetivo de alcanzar el bien común y que es el Presupuesto General de la Administración Nacional "la herramienta primordial para el ordenamiento y planificación del accionar gubernamental".
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