Los manifestantes que se movilizaron por el reclamo de los jubilados llenaban en la tarde de este miércoles la Plaza del Congreso de la Nación y las principales arterias de la zona permanecían cerradas al tránsito debido al control policial.
Los jubilados volvieron a marchar hacia el Congreso acompañados por sectores opositores, luego de los graves incidentes ocurridos la semana pasada con un saldo de heridos y cientos de detenidos.
En un sector de las vallas, la policía le tiró gas pimienta a un grupo de manifestantes. Mientras que denunciaron provocaciones de las fuerzas de seguridad.
Diferentes organismos que defienden los derechos humanos publicaron una serie de recomendaciones para quienes quieran asistir a la movilización.
Recomendaron concurrir junto a organizaciones o asambleas barriales y utilizar pañuelos y protección para los ojos por el lanzamiento de gases lacrimógenos son algunas de las recomendaciones que promueven para esta manifestación.
María del Carmen Verdú, integrante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) aseguró: "Estamos ante un verdadero cambio de régimen con destrucción planificada de derechos, garantías y libertades democráticas porque sólo así se entiende esta desaforada Policía represiva, que no reconoce límites".
"Como ayer metieron inhibidores de señal para celulares en la zona y vamos a quedar sin comunicación, les recomendamos a cada grupo que fije un punto de encuentro para reagruparse por si hay dispersión", informó Verdú.
Además, compartieron números de teléfonos para comunicarse en caso de ser detenidos o, también, para denunciar atropellos por parte de cualquiera de las fuerzas de seguridad que actúen en el operativo llevado adelante por el ministerio de Seguridad Nacional y el Gobierno de la Ciudad de la Buenos Aires.
Por su parte, un grupo de médicos y enfermeros voluntarios se encuentra brindando asistencia sanitaria en la intersección de Avenida de Mayo y Sáenz Peña, según informó el médico Manuel Fonseca a través de sus redes sociales.
El presidente Javier Milei monitorea desde Casa Rosada el despliegue del operativo de seguridad en las inmediaciones del Congreso.
Las fotografías del pasado miércoles impactaron en Balcarce 50, y amparados en la premisa de preservar la imagen del mandatario buscan "desincentivar" la escalada de violencia que se vivió luego de que oficiales de las cuatro fuerzas de seguridad reprimieran a los manifestantes.
Con el fotoperiodista Pablo Grillo internado en el Hospital Ramos Mejía a raíz de una herida de gravedad producto del impacto de un cartucho de gas lacrimógeno lanzado por un gendarme, la idea es evitar los enfrentamientos y limitarse a “mantener el orden público”.
Pasado el mediodía, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, encargada del diseño del despliegue policial visitó el despacho de la secretaria genera de la Presidencia, Karina Milei. En paralelo, Casa Militar desplegaba un vallado a la altura de calle Reconquista para blindar el acceso a la manifestantes que, el pasado miércoles, arrojaron piedras al Palacio de Gobierno.
“Marcha o violencia: no es lo mismo. Alterar el orden público y la vida democrática es un delito federal. Si hay violencia, alejarse. Las Fuerzas actuarán”, definió la funcionaria a través de sus redes sociales.
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