De hecho, el presidente Javier Milei ha dicho que quiere la derogación de las mismas, su eliminación definitiva, así que nada de “suspensión”.
Para el presidente las PASO “son una trampa, un instrumento siniestro y miserable que creó Néstor Kirchner”, según señaló esta semana en las redes sociales cuando un usuario le preguntó si había algún espacio de negociación con otros bloques, del que surgiera como alternativa una suspensión y su vuelta en 2027.
Pero la realidad para este gobierno en minoría es tal que debe analizar posibilidades si no quiere dejar a las elecciones primarias vivitas y coleando por mantenerse rígido en su postura. Y la realidad muestra que en los otros bloques no hay consenso suficiente para la eliminación definitiva de ese instrumento creado en 2009 por la gestión kirchnerista.
En el Pro tendrían particular interés por suspenderlas este año, pero mantenerlas vigente para las presidenciales, algo en lo que coincidirían desde Unión por la Patria, que no está muy convencido de ser la rueda de auxilio en este tema para el oficialismo.
Así las cosas, fuentes parlamentarias dejaron abierta la posibilidad de que el Gobierno termine aviniéndose a negociar una alternativa intermedia, sin descartar que después de las elecciones de este año avance hacia la derogación definitiva para 2027.
El proyecto que se tratará en extraordinarias fue enviado al Congreso el 21 de noviembre pasado, y señala que los partidos, alianzas o confederaciones registrarán ante el Juez Federal con competencia electoral las listas de candidatos con una antelación de 60 días. Asimismo, reafirma que cada agrupación política podrá presentar una única lista de candidatos por categoría de cargos nacionales a ser dirimida.
En segunda instancia, el texto que elimina las PASO propone además la modificación del régimen de financiamiento de los partidos políticos y, a fin de distribuir de manera más eficiente el costo que representa el sostenimiento de las actividades de campaña de cada partido. En ese punto, se establece un régimen que elimina el aporte público para campañas electorales y permite un verdadero despliegue del financiamiento por parte de los privados. Si se analiza solo el proyecto del Ejecutivo, ni siquiera estarán a la vista otros proyectos presentados sobre el mismo tema. De hecho, tienen estado parlamentario más de una decena de iniciativas presentadas sobre las PASO por parte de diputados y senadores de todos los sectores.
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