En el marco del Sínodo de la Sinodalidad, que reunió a representantes de todo el mundo, el Obispo Dante Braida compartió su visión sobre la importancia de este encuentro eclesiástico. "El sínodo congrega personas de todo el mundo. Es una luz de esperanza para este tiempo", expresó el obispo, destacando la necesidad de trabajar para que cada persona bautizada descubra su lugar y misión en la iglesia.
Braida enfatizó que en La Rioja, donde la mayoría de la población está bautizada, es fundamental concientizar a todos sobre su misión en la iglesia. "La iglesia tiene que abrirse a todas las personas", afirmó, subrayando el respaldo del Papa a esta apertura y mencionando su participación activa en el sínodo.
En el contexto de esta renovación espiritual, el Obispo anunció que la Diócesis de La Rioja se prepara para conmemorar sus 90 años de existencia el próximo año. "Nos estamos preparando para más experiencia de misión, de salida", afirmó, proyectando una dinámica de celebración que comenzará con la fiesta de fin de año y continuará el 1 de enero, el día de San Nicolás, marcando el inicio de un año especial de celebraciones.
Además, se anunció un cambio en la presencia franciscana en La Rioja. Aunque los franciscanos no se irán, habrá una modificación en la forma en que brindarán atención en la región. La comunidad de La Rioja y Catamarca se fusionará en una sola comunidad franciscana, con la diócesis asumiendo parte de la jurisdicción que antes correspondía a los franciscanos como parroquia. La presencia de los franciscanos continuará de una manera diferente, manteniendo su compromiso con la comunidad.
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