Los equipos de rescate encontraron este jueves el cuerpo de Olivia Gimeno Zimmermann, la pequeña de 6 años que fue raptada por su padre biológico junto a su hermanita, Anna, de uno, en Tenerife, España.
Según confirmó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias y la Guardia Civil, el cadáver se ubicaba en el fondo del mar, dentro de una bolsa atada al ancla de la embarcación del padre de las menores, identificado como Tomás Gimeno, de 37 años.
El bote había sido encontrado a la deriva, sin ancla, el 28 de abril, un día después de la desaparición.
La Guardia Civil continúa buscando a la beba y al hombre, de quien hasta el momento no hay novedades.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias explicó que el cuerpo de Olivia fue encontrado por el robot del buque de búsqueda Ángeles Alvariño a mediodía de este jueves a unos mil metros de profundidad a unas tres millas de la costa tinerfeña.
Según puntualizó el sitio El País, de España, junto a la bolsa de deporte se encontró otro recipiente vacío.
Las primeras informaciones aseguran que el día de la desaparición, Tomás Gimeno fue visto embarcando seis bolsas en la lancha con la que partió de Santa Cruz de Tenerife.
El caso de Anna y Olivia forman parte de una manera de violencia machista extrema: la violencia vicaria. Se trata de una agresión que busca ocasionar daño a la madre a través de los hijos.
En este episodio, el ataque no persigue el crimen a la mujer, sino producirle el mayor sufrimiento posible. Desde que se registran datos oficiales, en 2013, 39 menores han sido asesinados, cuatro de ellos en las islas Canarias. En todos los casos excepto tres, los asesinos eran los padres biológicos. En estos otros asesinatos, los autores eran pareja o expareja de las madres, publicó El País.
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