Ramón Baigorria es la sexta generación de una familia de artesanos que trabajan en el telar. Llevan 30 años en el rubro y producen desde la materia prima hasta el producto final. El emprendimiento familiar se encuentra en la localidad de Belén, a 280 kilómetros al oeste de Catamarca.
“Es la misma técnica que usaba la mamá de Sarmiento. Todo es a tracción a sangre, con flores y algunas verduras hacemos los colores y teñimos las madejas de hilo que también hacemos nosotros”, detalló a Cadena 3.
El artesano contó que usan el telar tradicional criollo, una técnica que “perdura porque es todo natural”. Se utiliza la piel de la cebolla, de la remolacha y distintos vegetales y flores que forman colores que los tejedores trasladan a los hilos también de su manufactura.
“Hay distintos procesos orgánicos con colores que tienen tratamiento previo; hervimos la madeja de hilo en agua y hacemos el tinte introduciendo la madeja en el color que queremos”, precisó.
“En 15 o 20 días podemos hacer una prenda, es un proceso mecánico, trabajamos con los pies y las manos”, resaltó Baigorria, quien transmite el oficio a sus hijos.
El poncho con los colores de Argentina se popularizó cuando fue entregado a Lisandro Martínez por parte de un diseñador que está en Europa y lo subió a redes. A partir de ese momento recibieron cientos de pedidos por la prenda.
“Ese poncho nos volvió locos, nos faltan horas del día para seguir confeccionando. Es un diseño que tiene tres años y tuvo mucho éxito. Somo seis generaciones que hacemos esto, un poncho nuestro se lo regaló Mauricio Macri al Papa Francisco”, cerró.
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