De acuerdo a los datos suministrados por el Observatorio Económico de Turismo de La Rioja, por los feriados nacionales de carnaval, la Provincia registró un 65 por ciento de ocupación hotelera. Esto significó un impacto económico de 1.326.000.000 de pesos en una estadía prometido de tres días y un total de pernoctes de 15600. Turistas locales y nacionales aprovecharon el fin de semana para disfrutar de los últimos días de la temporada de verano en nuestra provincia dejando un saldo positivo para el sector.
En cuanto a ocupación hotelera, Villa Unión registró un 90% seguido por Chilecito con un 80%, Sanagasta 78%, Olta 75%, Chamical 74%, Arauco 45%, Famatina 40% y Capital 38%. La región del Bermejo fue una de las más visitadas por turistas deseosos de disfrutar la Fiesta Provincial del Carnaval y las Comparsas.
Al respecto, Mirna Cuevas- secretaria de Turismo del Dpto. Felipe Varela- se mostró satisfecha por el concurrido fin de semana que tuvieron: “Estamos muy contentos con el resultado” dijo, al tiempo que aseguró que ya se encuentran analizando, junto a la intendencia, optimizar detalles de infraestructura y servicios para el próximo año.
“Más de 20.000 personas disfrutaron de este hermoso show de comparsas” añadió Cuevas según datos relevados por la policía departamental.
En tanto, el secretario de Turismo de La Rioja, José Rosa expresó que ha sido un positivo fin de semana para el sector: “Llegar a más del 60% de ocupación hotelera en el último fin de semana XXl de la temprada, no es menor; teniendo en cuenta que muchas provincias ya iniciaron el ciclo lectivo sumado al difícil escenario que hemos tenido que sortear en el ámbito turístico” expresó, haciendo referencia al gran turismo emisivo que hubo hacia países limítrofes y a “la falta de un plan nacional en materia turística que acompañe a destinos emergentes” como La Rioja.
“Seguiremos trabajando articuladamente, sector público y privado, para que la provincia siga siendo elegida en todo momento del año. La promoción es clave, como también los servicios que ofrecemos a quienes nos visitan, es un compromiso de todas las partes” aseguró Rosa.
Uno de los lugares escogidos por el turismo fue el Saladillo, que se vio visitado por cientos de turistas de todo el país, para disfrutar de su encanto natural, su historia y sus rincones llenos de misterio. Naturaleza y tranquilidad en cada rincón con visitas guiadas para descubrir su legado, historias y misterios que sorprenden a cada paso. El Saladillo sigue consolidándose como un destino imperdible de nuestra provincia.
En efecto, uno de los circuitos más comentados fue de los Pueblos Originarios, Adentrarse en el Circuito de los Pueblos Originarios es viajar en el tiempo y conectar con las raíces ancestrales que habitaron estas tierras riojanas. Ubicado en el Parque Natural y Arqueológico Saladillo, este recorrido invita a descubrir vestigios arqueológicos y la cosmovisión de los pueblos que dejaron su huella en el paisaje. Acompañados por guías especializados o de forma libre, exploramos senderos rodeados de imponentes formaciones naturales y sitios sagrados que revelan la historia y el legado cultural de las comunidades originarias. Cada paso es una oportunidad para valorar y comprender la riqueza del patrimonio riojano.
También, entre los ecos de un pasado que se niega a descansar, se cuenta la historia de Anita, la hija del ingeniero francés Laforgue. Allí, en aquel castillo construido con la nostalgia de la arquitectura del Sena, Anita pasó sus días entre la tuberculosis y la soledad. Su breve vida terminó rodeada de la incertidumbre y los temores de una época que poco entendía la enfermedad.
Tras su muerte, el castillo se convirtió en un lugar de rumores y susurros. Quienes se atreven a acercarse juran escuchar el murmullo de un piano en las noches, melodías que envuelven la figura etérea de una niña rubia vestida de blanco. Su rostro, dicen, es tan pálido como la luna, y canta en un idioma incomprensible, como si el francés fuera el eco de un mundo distante. Entre los muros oscuros, su espíritu parece vagar, atrapado entre el dolor y la nostalgia.
El Saladillo guarda en sus cimientos no solo la ambición de un ferrocarril jamás construido, sino también la memoria de Anita, la niña cuya breve existencia transformó aquel lugar en un enigma eterno. Su historia, marcada por la tragedia y el aislamiento, se mezcla con el viento que recorre las montañas, alimentando el mito que ha sobrevivido al paso del tiempo.
Abarca los períodos prehispánicos y colonial con vestigios de sectores de cultivos, morteros, canales y cimiento de viviendas de pueblos originarios, como así también las ruinas de la casona, fundada en 1635 por la orden Jesuita donde se fabricaban tejas en imponente hornos.
El Parque Natural y Arqueológico El Saladillo se encuentra a 11 kilómetros del centro de la ciudad de La Rioja, por continuación de avenida Ramírez de Velasco hacia el noroeste, camino a Juan Caro.
Se trata de la primera casa que aparece con este estilo en La Rioja, que tiene sótano y estufa a leña, con techo plano en un sistema constructivo que se había inventado 20 años antes en Londres.
Uno de los aspectos documentados en este lugar, es la presencia de los pueblos originarios con familias ampliadas que ocupaban espacios separadas por unos 200 metros y que se dedicaban a la caza y a la recolección. La casa impactó mucho en la población por la forma que tiene, luego viene el terremoto 1894 y la reconstrucción de La Rioja se hace en base a este estilo.
Además, en esta zona se instalaron los Jesuitas, que en su tarea evangelizadora, educadora y productiva, construyeron una estancia que se dedicaba a la fabricación de cal, tinajas y tejas.
Posteriormente, la familia Luna Olmos construyó una casona que se hizo sobre las ruinas de la estancia. En esa casona fue a vivir un ingeniero francés junto a su hija, que murió en El Saladillo enferma de tuberculosis.
Si bien el ingeniero llegó a La Rioja para investigar la factibilidad de unir Catamarca y La Rioja a través del ferrocarril y trabajar en la explotación de la cal, la presencia de esta familia dejó una intrigante leyenda, ya que los pobladores de la zona todavía escuchan las dulces canciones en idioma extranjero que cantaba la joven que murió en este sitio.
Entre los inmensos valores histórico de este lugar, se encuentran las visitas que el ilustre Joaquín V. González realizaba al Saladillo, por ser una propiedad de la familia de su esposa.
En este sentido, vale destacar la importancia que brinda para el turismo la oportunidad del primer acercamiento a la historia y el turismo, con la refuncionalización del Paseo Cultural “Pedro Ignacio de Castro Barros. El Kilómetro 0 de las Culturas y el Turismo es un espacio pensado para mostrar parte de la cultura, historia, bellezas naturales, memoria y arte de la provincia. El lugar propone a sus visitantes, disfrutar de una propuesta diferente con vistas guiadas por la Sala Tierra de Dinosaurios, con la exhibición de réplicas de restos fósiles encontrados en la provincia, con la idea de vivir una experiencia inigualable conociendo las riquezas geológicas y paleontológicas del territorio riojano.
También, hacer un recorrido por la Sala Federal, en la que se puede ahondar en la historia de quienes forjaron la identidad federal de las y los riojanos, y donde se destacan esculturas hiperrealistas de los caudillos y caudillas. incluye esculturas hiperrealistas de los caudillos. Asimismo se puede visitar la Sala Rosarito dedicada al legado que dejó la educadora riojana, conocida como Maestra de la Patria, Rosario Vera Peñaloza.
Continuando con el itinerario, el Kilómetro 0 ofrece la visita a la Sala de Energía Sostenible, una muestra del proyecto ambiental del Parque Eólico Arauco que sirve como un espacio de concientización para el cuidado del medioambiente y el desarrollo sustentable.
Otra de las interesantes salas que se podrán conocer, es la de la Memoria y el Martirio. La visita sigue con la sala de Experiencia Turística, como parte de la promoción turística de bellezas naturales, tradiciones y cultura en las imágenes más asombrosas de La Rioja. una experiencia en imágenes, sonidos y sabores de la tradición de esta tierra y del Espacio de Arte Contemporáneo (EAC), un espacio que presenta muestras de artes visuales de artistas contemporáneos.
El último espacio en ser inaugurado fue el Café Literario. Con una inversión total de casi 90 millones de pesos, el Café Literario es un moderno edificio construido por el Gobierno Provincial, a través de su Ministerio de Turismo y Culturas, otra obra más del Plan Federal que lleva adelante esta cartera. El edificio consta de dos plantas dispuestas de manera frontal que se orientan hacia el Patio de las Artes, con una imponente “piel de vidrio” que permite contemplar todo su interior desde cualquier punto.
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