El verano llegó antes de tiempo a La Rioja y las temperaturas altas comienzan a dominar la vida de los riojanos. El termómetro llegará hasta los 39 grados durante esta semana, mientras que se anuncian tormentas para el fin de semana.
Si bien es cierto, los riojanos y especialmente los capitalinos, están acostumbrados a las altas temperaturas durante la época estival, cada vez, los tiempos se acortan y el calor agobiante cada vez se hace presente con anterioridad en el escenario siempre árido de la Provincia.
De acuerdo a lo que dicta el Servicio Meteorológico Nacional, este miércoles habrá una temperatura máxima de 37 grados, mientras que jueves y viernes serán los días más calurosos de esta temporada. Con 38 y 39 grados, nada menos, los riojanos deberán soportar el máximo esplendor de los rayos ultravioletas. Y en ese sentido, la sensación térmica traspasará fácilmente los 45 grados, si se toma en cuenta la vasta experiencia que los riojanos tienen en ese sentido.
Si es que se puede considerar “alivio” es que se pronostican tormentas para el fin de semana. En efecto, para la tarde/noche del sábado habrá “tormentas aisladas”, según determinó el SMN. Este fenómeno climatológico durará todo el domingo, por lo cual, en caso de ser cierto, traería el alivio que los riojanos están necesitando.
La exposición excesiva al sol puede producir envejecimiento de la piel, cataratas y cáncer de piel. Por eso: Evitá la exposición entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, buscá preferentemente la sombra y permanecé en espacios ventilados. Usá protector solar con factor de 30 o más y renovalo cada 2 horas y después de salir del agua. Los bebés menores de 1 año no deben recibir el sol directo. Desde los 6 meses en adelante deben usar protector solar (FPS 50 o mayor), renovado cada 2 horas y al salir del agua. Si vas a realizar actividad física, hacelo en las horas de menos calor, usá ropa holgada, liviana, de colores claros. Cubrite la cabeza con un gorro o un pañuelo. Llevá siempre una botella de agua para mantenerte hidratado. No esperes a tener sed. Tomá abundante agua antes, durante y después del ejercicio. Hay grupos que potencialmente pueden resultar más afectados: las mujeres embarazadas; los bebés y niños pequeños; las personas mayores de 65 años; y quienes padecen enfermedades crónicas como, por ejemplo, afecciones respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes.
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