Siempre fue una postal para algún mundial, como el caso concreto de Brasil 2014, donde todo estaba en celeste y blanco. Pero ayer, las circunstancias merituaban otro cambio en la conciencia social de los riojanos. Y fue así que, en los barrios se vieron las banderas celestes y blancas, como un símbolo de resistencia, frente a los momentos que se viven, en medio de una pandemia que asombra al mundo entero.
El aislamiento preventivo, social y obligatorio pospuso los festejos masivos, pero nada de eso opacó el sentir de la argentinidad. En alguna canción se dijo "la argentidad al palo". Y precisamente eso salió a flote, en este contexto. La Rioja no fue la excepción y por eso es que en las casas flameó en lo alto, esas banderas que muchas veces estaban destinadas a algún mundial o algún partido de fútbol frente a los brasileños. El 25 de mayo provocó que se saque a luz el sentir de patriotismo que estaba oculto.
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