El Tribunal de la Cámara Tercera en lo Criminal y Correccional de la Primera Circunscripción Judicial, conformado por su presidenta Dra. Karina Cabral, y los vocales jueces Dres. Edith Agüero y Gustavo Farías, continuaron con la etapa de testimoniales donde declaró otra de las hermanas del padre de la niña y la hermana de la acusada.
La audiencia comenzó con el testimonio de Zeila Rodríguez, tía de la víctima y ex cuñada de la acusada, quien ratificó los dichos de su familia sobre cómo la acusada llegó a su casa y cuando se fue del hogar, dejando a la niña. También aseguró que su hermano, con la ayuda de sus padres y hermanas, mantenía a Zoe. Por ello, aseguró que el asesor de menores Dr. Pueyrredón habría entregado a la niña a la acusada diciendo que ella era su madre y que el padre de la nena no podía exigirlo porque no tenía su apellido.
Por su parte, continuó diciendo que en febrero de 2021 la acusada trasladó a Zoe a La Rioja capital, afirmando que la imputada sólo se ponía en contacto con la familia paterna para pedirle dinero y que luego perdían contacto. La tía afirmó que “Solo sabíamos que cobraba el salario, pero cuando la teníamos nosotros nunca le pedimos nada”. Aseguró que la niña era muy feliz con su padre y que vio a su hermano sufrir mucho por la falta de contacto con la menor. Seguidamente, afirmó que la justicia de Chilecito no actuó, y que retiradamente fueron al registro civil para ponerle el apellido. Finalizó diciendo que el estado de salud de la niña la última vez que la vieron era de mucha delgadez.
Seguidamente la Cámara le tomó el testimonio al segundo testigo, Yamila Florencia Córdoba, hermana de la acusada. La joven afirmó que ella vivía con su hijo, con la víctima y su hermana (la acusada) en un departamento chico en La Rioja capital que le alquilaba Bustamante (el acusado), pero que decidió irse de ahí porque se sentía mal psicológica y físicamente.
La hermana de la acusada afirmó que pudo ver cómo la mamá de Zoe, en una oportunidad, tiró al piso a la niña, por lo que se enojó al ver el maltrato que había con los chicos, pero que Zoe siempre se portaba bien.
En relación a Bustamante aseguró que una oportunidad la cruzó en la calle y le tocó la pierna ofreciéndole ropa, calzado y pidiéndome qué me aleje de mi pareja. Esta situación de contacto físico según sus dichos se repitió en la habitación de la casa donde ella vivía, pero que nunca accedió a recibir cosas materiales; también afirmó que el acusado le hablaba siempre de Jesús porque tenía una iglesia en su casa.
Por otra parte, aseguró que su hermana le decía a Bustamante que estaba enferma para que le diera plata y él accedía. Primero le compró un mueble y después un sillón.
Todos los testimonios que continuó brindando la hermana de la acusada se relacionan con una posible relación de obsesión que tenía el acusado con la madre de Zoe. Mediante esa situación, Bustamante le habría regalado dos motos. Si bien, según los dichos de la testigo, la acusada cobraba la asignación, lograba rescatar dinero para comer bien con los chicos. En cuanto a Bustamante y las motos, aseguró haber visto al acusado llevarle nafta.
Por último, confirmó no saber si los acusados tenían relaciones sexuales, pero que su hermana lo usaba para sacarle plata. El domingo se despertó con la radio escuchando en la radio que habían matado a una nena, y al regresar de votar le dijeron que parecía que podría ser su sobrina. Finalizó diciendo que a Zoe la asesinaron y que siempre le decía a su hermana que el acusado no se le acerque a Zoe.
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