El vuelo AR1639 de Aerolíneas Argentinas, que salió de San Carlos de Bariloche con destino a Buenos Aires, vivió momentos de tensión cuando tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Neuquén por problemas de presurización de la cabina.
Los pasajeros comenzaron a sentir olor a quemado y a combustible, y experimentaron una presión intensa en los oídos. Una vez en tierra, los pasajeros quedaron varados durante varias horas y denunciaron una importante falta de atención por parte del personal de Aerolíneas Argentinas.
Había médicos pediátricos para atender a los niños, y tuvieron que pagar un taxi para ir a una clínica privada en Neuquén.
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