El secretario general del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), José Minaberrigaray, alertó sobre el complejo panorama que atraviesa el sector textil en Argentina. Según el dirigente gremial, se ha comenzado a gestar un escenario conflictivo marcado por el aumento del trabajo informal, la pérdida de puestos laborales y la paralización de gran parte de la capacidad instalada de las fábricas.
“Hemos perdido alrededor de 2.000 puestos de trabajo y vemos que hay muchísimos más en riesgo”, afirmó Minaberrigaray, quien señaló que durante el último año se han registrado suspensiones, reducciones de jornada y cierres de empresas a lo largo y ancho del país.
El dirigente subrayó que el problema no pasa únicamente por la importación, sino por la imposibilidad de competir contra países del sudeste asiático que operan bajo condiciones laborales cercanas a la esclavitud, sin protección ni seguridad social para sus trabajadores. “Eso no es competitividad; eso es someter a una población a la esclavitud”, aseveró.
Además, el titular de SETIA criticó la elevada carga impositiva que enfrentan las empresas locales. “Es muy difícil competir contra países que no pagan absolutamente nada y producen casi por nada”, expresó. También cuestionó la falta de medidas de incentivo a la industria y la imposición de techos salariales en las negociaciones paritarias.
En contraste, Minaberrigaray destacó el compromiso del gobierno de La Rioja con la generación de empleo formal y el cuidado del trabajo registrado. “Da gusto venir aquí porque el gobierno provincial está comprometido con el desarrollo industrial, que para nosotros es la base del crecimiento de cualquier país”, concluyó.
Comentarios