Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Sociedad NACIÓ el 25 DE MAYO DE 1778 EN YAPEYÚ

Recordarán el aniversario de natalicio de José de San Martín

Tuvo amistad con Francisco Ortiz de Ocampo y La Rioja aportó para su campaña libertadora.

La Asociación Cultural Sanmartiniana “Coronel Nicolás Dávila” recordó la fecha del nacimiento del General José de San Martín, quien nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú. A lo largo de su vida, San Martín tendrá contacto con hombres de La Rioja, quienes le ayudaron a liberar medio continente. En esto también se vio reflejada en una semblanza que dio el presidente de esta asociación, Julio César Olivera Gallardo a NUEVA RIOJA.

Pero como todo inicio, San Martín, tuvo sus primeros años en la localidad de Corrientes, junto a su padre el gobernador de las antiguas misiones jesuíticas, Don Juan San Martín y su madre Gregoria Matorras. “De 1781 a 1784 estarán en Buenos Aires. Es destacable que con seis años ingresa al Colegio de Nobles o Colegio Militar de España, donde seguirá formándose y acrecentando sus valores, sus conocimientos y su educación”, indicó Olivera, quien contextualizó esos años, en pleno apogeo de la Ilustración, de los derechos que quizás ahora es de fácil acceso, como libertad, igualdad, soberanía de los pueblos, tolerancia política, respeto. “Pero en esa época no era así. Un grupo de privilegiados solamente tenía acceso a aprender a leer y escribir y por no decir solamente los varones. San Martín abraza las nuevas ideas de filósofos como Voltaire, Rousseau, Montesquieu, entre otros. Esas ideas lo van impregnando, y lo leía en la lengua culta, que era el francés”, agregó.

Es destacable con seis años ingresa al colegio de nobles o colegio militar de España donde seguirá formando y acrecentando sus valores, sus conocimientos, su educación. Es una epoca de grandes cambios. Es el siglo de la ilustración. El siglo de nuevas ideas. Ideas que tal vez hoy son derechos, que hoy conocemos que son para nosotros una palabra tal vez común, que es parte esencial de nuestra vida como la libertad, igualdad, la soberanía de los pueblos. La libertad religiosa, la tolerancia política, el respeto, pero en aquellas épocas en la sociedad desigual, en un grupo privilegiado solamente tal vez podía aprender a leer y escribir y por no decir solamente los varones. San Martín abraza estas nuevas ideas y esas son las ideas que van a impregnar, los leía en la lengua culta, el francés, sabia cultivar este gran hombre.

“Esto lo lleva a tener en España una foja de servicios que es impecable, desde que ingresa, hasta su egreso, en 1811”, acotó. En este sentido, hay que tener presente que por ese entonces además de que España tenía en su poder las colonias americanas, aparece Napoleón Bonaparte, con su sueño imperialista. “El único país que se le oponía era Portugal. Para llegar allí debía pasar por España, cuya familia real, los borbones, estaban divididos. El entonces rey Carlos IV decide renunciar a la corona a favor de su hijo Fernando VII. Esta situación compleja es aprovechada por Napoleón, quien invita a los reyes y los obliga a renunciar al trono y los detiene, designando como rey a su hermano José Bonaparte”, recordó Olivera.

San Martín muestra su heroísmo y arrojo en una batalla, pero toma conocimiento que las colonias españolas en América habían comenzando a luchar por la libertad de sus territorios “y decide dejar el ejército español y embarcarse a la América del Sur. Al llegar al corazón de Buenos Aires, en 1812 le encarga el gobierno de aquellos años la preparación del famoso regimiento de granaderos, que hoy es la escolta del presidente de la Nación”, indicó.

“No nos podemos olvidar que para esta conformación, se reclutaron hombres del territorio riojano. Inclusive dice el autor profesor Julio González Iramaín que se reclutaron más de 100 granaderos, cuyo bautismo de fuego fue el combate de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, donde fallecen 15 hombres, entre ellos dos riojanos: Domingo Soriano Gurel y Blas Vargas”, informó. Cabe resaltar que en este combate cae el Sargento Cabral, cuando salva a San Martín.

“Así comienza la liberación de América. Y a San Martín siempre se lo destacan por sus valores: la ética al servicio, la responsabilidad para formar ese encargo, que es ni más ni menos que el regimiento a caballos y el ejército de los Andes. Pero para ver al hombre público tenemos que ver al hombre interior. Es un hombre consciente, responsable y su acción exterior siempre va a ser lograr la libertad de América a través de ese amor filial al suelo, a los hombres, porque quería que las nuevas ideas produzcan nuevos tiempos”, ahondó.

“Es contemporáneo a grandes hombres, en la nación y también en la provincia de La Rioja. Ellos son Belgrano, Martín Miguel de Güemes, Ortiz de Ocampo, que es un gran amigo personal de San Martín, Pedro Ignacio de Castro Barros, entre otros. San Martín sufre muchas enfermedades, parece que es un hombre fuerte, pero tenía asma, reuma y para calmar esos dolores tomaba laudano, un derivado del opio”, aclaró.

“Frente a estas enfermedades siempre se va a mostrar con una profunda fortaleza, siempre pensando en la fuerza de su misión americana, que lo alienta a lucha contra todo y sobreponerse a cualquier fatiga, ya sea moral, económica, física, porque el fin era ni más ni menos que lograr la libertad de los pueblos”, aseveró.

“La llegada de San Martín a Buenos Aires va a ser clave, porque todas las colonias americanas que habían dado su grito de libertad, estaban cayendo nuevamente bajo el poderío español. El único bastión que logra ser independiente todavía es Buenos Aires, pero está rodeado por los godos, como les decía San Martín, quien encuentra una sociedad y clase política enfrentada y sin fuerza para lograr la independencia. La falta de cuadros técnicos militares preparados para defensa también es un punto débil. Por eso es que junto a sus granaderos y el general Francisco Ortiz de Ocampo dará una revuelta para destituir al primer triunvirato y que el segundo llame a la Asamblea del Año XIII, que tenía como fin la declaración de la independencia. No se logró por los intereses mezquinos de Buenos Aires contra Artigas, pero realizó importantes hechos, como reconocer al himno nacional, la escarapela, el 25 de mayo como fecha cívica, elimina los usos de tormentos, la servidumbre, la inquisición, entre otras medidas”, destacó.

Así fue que comienza la tarea de formar un regimiento. Primero reemplaza a Belgrano en el norte y en Salta consolida su relación con Güemes. Allí se convence que el paso a Chile debía de ser por el Oeste.

“Logra ser designado gobernador intendente de Córdoba y desde Cuyo, administra los recursos para preparar el glorioso ejército de los Andes. De 220 hombres, en menos de un año logró formar y disciplinar casi cinco mil hombres. La Rioja no es ajena a esta situación y envía muchas cosas además de hombres. Además, en La Rioja se fabricaron los primeros cañones del Ejército, en Famatina, y el hacedor era Nicolás Dávila”, aportó.

“Divide el ejército en seis columnas, donde Nicolás Dávila recluta y prepara en Nonogasta a su columna, quien toma Huasco y Copiapó y se produce la batallad e Chacabuco, que determina el triunfo del ejército argentino sobre las tropas españolas. San Martín rechazó todo ofrecimiento y honores y destina los premios a la educación, para que se construya una biblioteca y escuela, porque sostenía que la libertad que se conquista con armas se la debe asegurar con educación”, señaló.

Al pasar al territorio peruano y lograr la independencia, se encuentra con Bolívar, quien llegaba triunfador desde centroamérica, y tras el encuentro en Guayaquil, le delega todo el mando y poder. Quería terminar sus días, en la chacra que tenía en Mendoza. Cuando llega al suelo argentino se entera de la muerte de su mujer Remedios de Escalada y la lucha descarnada entre unitarios y federales. Por eso decidió marcharse al exilio, con el pretexto de educar a su hija. “Intentó volver, pero Rivadavia se lo impidió y desde Montevideo, emprendió retorno a Montevideo y no regresó más, hasta mayo de 1880, donde sus restos fueron depositados en ese monumento en la Catedral de Buenos Aires.

“Necesitamos volver a estudiar, a admirar e interpretar a san Martín, porque la felicidad de este pueblo es ni más ni menos que seguir construyendo la gloriosa nación que él siempre soñó”, concluyó Olivera. Cabe resaltar que la Asociación Sanmartiniana tiene vida desde hace 75 años. Junto con sus pares de todo el país e Instituto Sanmartiniano tienen la premisa de distinguir la vida, obra y legado del padre de la Patria, José de San Martín.

SAN MARTIN

Comentarios

Últimas noticias

Te puede interesar

Teclas de acceso