Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Sociedad

Revelan que los primeros reptiles voladores del Hemisferio Sur vivieron en la provincia

Un paleontólogo sanjuanino lo demuestra a partir del análisis de fósiles hallados en 2014 y 2015 en Caucete.

Luego de medio siglo de una incertidumbre no resuelta por la ciencia en el mundo acerca del origen y evolución de los pterosaurios, un hallazgo sanjuanino acude ahora con las respuestas. Según una investigación recientemente finalizada, y encabezada por el paleontólogo Ricardo Martínez, del Museo de Ciencias Naturales de la UNSJ, aquellos primeros lagartos voladores no se originaron sólo en el Hemisferio Norte, sino que también vivieron, casi en la misma época, en el Hemisferio Sur.

Esta nueva evidencia, que cambia varios paradigmas en la comunidad científica internacional, se basa en el hallazgo y posterior estudio de restos fósiles de dos pterosaurios de distintas especies en la localidad caucetera de Balde de Leyes, en el desértico sureste sanjuanino, a los que Martínez finalmente bautizó como Yelaphomte praderioi (hallado en 2014) y Pachagnathus benitoi (encontrado en 2015). Ambos tipos, el primero mucho más pequeño que el segundo, convivieron en esa zona desde hace al menos unos 205 millones de años.

El aporte logrado desde la paleontología local no sólo agrega un capítulo imprescindible a la ciencia de la evolución, sino que además logra particular relevancia porque los restos hallados en aquel rincón caucetero son los únicos encontrados en toda la mitad inferior del planeta, por debajo de la línea del Ecuador.

Tan revelador es este descubrimiento, que hoy mismo es dado a conocer por la revista británica especializada Papers in Palaeontology, bajo el título (traducido del inglés) "El amanecer de los reptiles voladores: primer registro triásico en el Hemisferio Sur". El primer autor del artículo es el propio Ricardo Martínez, en tanto que lo acompañan como coautores el paleontólogo inglés Brian Anders, la paleontóloga argentina Cecilia Apaldetti y el paliohistólogo patagónico Ignacio Cerda.

Los pterosaurios fueron los primeros reptiles voladores que habitaron la Tierra desde hace unos 220 millones de años, en el supercontinente conocido como Pangea, previo a los movimientos que llevaron a la división geográfica actual de cinco continentes. No derivaban de los dinosaurios, sino que compartían con ellos un ancestro en común.

Podían volar gracias a la estructura hueca de sus huesos (como sucede con las aves actuales) y a las "alas" que desplegaban, que en realidad eran membranas que se extendían desde el cuarto dedo hasta la altura del muslo.

Durante el último medio siglo, todos los fósiles que permitieron reconstruir cómo eran estos animales prehistóricos fueron hallados en el Hemisferio Norte. Los sistemas geológicos correspondientes al periodo Triásico en los que los paleontólogos del mundo dieron con esos restos están ubicados en los Alpes italianos y suizos, así como en zonas específicas de Estados Unidos y Groenlandia. Un dato llamativo es que todos esos fósiles aparecieron en litorales marinos, es decir, en sitios que hace más de 200 millones de años estaban cubiertos por mares.

Según le explicó Martínez a DIARIO DE CUYO, eso hizo asumir como ciertas dos hipótesis. La primera, que los primeros lagartos voladores se habían originado en el Norte, con la presunción de que podrían luego haberse diversificado hacia el Sur mediante millones de años de evolución, pero sin ningún elemento que probara su existencia de este lado del planeta. Y la segunda, que habitaban ambientes continentales marinos, lo cual los llevaba a volar sobre acantilados y buscar allí su alimentación.

"Como pasa con todos los grupos de animales voladores, no se conoce mucho sobre su origen", comentó Martínez. En su artículo para Papers in Palaeontology, además, esbozó una tercera hipótesis: el hecho de que los fósiles de pterosaurios en el Norte hayan sido hallados sólo en fondos de mares triásicos puede deberse no a que ese fuera su hábitat, sino a que es el único lugar no tan hostil para la conservación de esos restos. "Estamos hablando de huesos huecos, débiles, muy frágiles. Los que quedaron en la superficie, seguramente no dejaron vestigios porque fueron pulverizados con el tiempo", arriesgó el sanjuanino.

Seguí a Nueva Rioja en google news

Comentarios

Últimas noticias

Te puede interesar

Teclas de acceso