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Sociedad EN ESTADO DE ALERTA

Saqueos en Córdoba: la Policía en alerta máxima y hay preocupación política y judicial

Tras robos y ataques vandálicos a comercios en Río Cuarto, buscan saber quién está detrás de ellos. Analizan las redes. La alerta estaba desde la semana pasada. Qué pasará con la Policía y la Gendarmería. Las claves.

Las alertas surgieron la semana pasada. En un grupo de WhatsApp, jefes y jefas de las fuerzas policiales de la Argentina comenzaron a intercambiar sus preocupaciones y alertas sobre mensajes y videos de personas que convocaban a cometer robos y saqueos contra comercios grandes, medianos y chicos. Algunos de esos mensajes eran reenvíos de audios de personas que “agitaban”; otros eran supuestas convocatorias por parte de presuntos grupos radicalizados.

Así fue como varios comisarios y comisarias comenzaron a intercambiar inquietudes, datos y señales.

En Chubut, en Río Negro, en Tucumán, en Caba, había cierta tensión, pero no sucedió nada.

En Córdoba, se dispusieron custodias especiales y disimuladas (entre personal uniformado y de civil) en supermercados de la Capital.

El sábado, las cosas cambiaron de color y para mal: en Mendoza se produjeron varios saqueos contra comercios. Hubo casi 30 detenidos.

Y, el domingo a la noche, la luz de alerta se activó finalmente en Córdoba, pero no en la Capital.

Fue en Río Cuarto, la capital alterna de la provincia, donde comenzaron a registrarse saqueos e intentos de saqueos de grupos contra comercios. Hubo al menos 15 episodios.

La Policía local reaccionó y, en operativos donde hasta hubo disparos con balas de goma (las pistolas de gas aún no están), se llegó a detener a 17 personas: nueve de entre 19 y 31 años y ocho menores de edad. A varios les secuestraron principalmente bebidas alcohólicas robadas.

La tensión se extendió a este lunes a la madrugada. No hubo heridos.

ALERTA MÁXIMA

Desde el domingo, existe alerta máxima en la Policía de Córdoba y alta preocupación entre las autoridades políticas y judiciales.

Mientras los casos de Río Cuarto son investigados por el fiscal Javier Di Santo, el fiscal General, Juan Manuel Delgado, sostuvo que existe preocupación y que se está investigando todo, al tiempo que solicitó que se extremara la prevención en distintos puntos de la provincia ante el temor de repetición de casos.

En la Fiscalía General, entienden que fueron hechos organizados.

Delgado indicó que hay que ocuparse y anticiparse a esos episodios.

Mientras en Capital se sucedían reuniones en altos despachos políticos y policiales, en Río Cuarto el intendente de la ciudad, Esteban Llamosas, convocó a un encuentro urgente en el que participaron el diputado Carlos Gutiérrez y jefes policiales de la región.

MOTOS, HORDAS Y SOSPECHAS ABIERTAS

Eran las 22 del domingo y Río Cuarto, como no sucedía desde los saqueos por el acuartelamiento policial de 2013 (en Capital), se tiñó de caos y violencia en varios puntos de la ciudad. De pronto, decenas de varones y mujeres jóvenes comenzaron con los desmanes. Algunos llegaban en motos, otros en autos, varios caminando.

“Atacaron un comercio, robaron bebidas alcohólicas y, como una ‘roseta’, se abrieron en distintas direcciones… Un comercio por acá, otro por allá, a algunos los atacaban con pedradas. Eran como los robos piraña, pero más organizados”, resaltó una autoridad oficial.

Decenas de patrullas, con uniformados con la directiva de usar sólo armamento con postas de goma, comenzaron a desplegarse y actuar.

Algunas bandas eran conocidas. “Son pibes ‘pesaditos’ que salen en sus motos a robar, a ‘pirañear’”, comentó una fuente oficial.

El 911 comenzó a recibir llamados. Algunos eran emergencias por ataques reales; otros, temores por audios que se viralizaban. Mientras, grande era el temor de vecinos que escuchaban gritos y veían corridas, motos y muchas patrullas.

Hubo asaltos a mano armada. A una comerciante le robaron $ 250 mil. Y mucha vidriera rota.

“Si bien actuaban con cierta organización, eran improvisados. No les importaban las cámaras de seguridad ni los domos policiales”, contó otro informante, quien remarcó: “Hubo mucho vandalismo. Pero alguien incitaba. Está claro”.

De los 17 detenidos, varios quedaron acusados por robo; otros por robo agravado. Algunos menores ya fueron regresados a sus padres.

Las alertas surgieron la semana pasada. En un grupo de WhatsApp, jefes y jefas de las fuerzas policiales de la Argentina comenzaron a intercambiar sus preocupaciones y alertas sobre mensajes y videos de personas que convocaban a cometer robos y saqueos contra comercios grandes, medianos y chicos. Algunos de esos mensajes eran reenvíos de audios de personas que “agitaban”; otros eran supuestas convocatorias por parte de presuntos grupos radicalizados.

Así fue como varios comisarios y comisarias comenzaron a intercambiar inquietudes, datos y señales.

En Chubut, en Río Negro, en Tucumán, en Caba, había cierta tensión, pero no sucedió nada.

En Córdoba, se dispusieron custodias especiales y disimuladas (entre personal uniformado y de civil) en supermercados de la Capital.

Stampalija sobre los saqueos en Río Cuarto: Es consecuencia de políticas macroeconómicas erráticas

El sábado, las cosas cambiaron de color y para mal: en Mendoza se produjeron varios saqueos contra comercios. Hubo casi 30 detenidos.

Y, el domingo a la noche, la luz de alerta se activó finalmente en Córdoba, pero no en la Capital.

Fue en Río Cuarto, la capital alterna de la provincia, donde comenzaron a registrarse saqueos e intentos de saqueos de grupos contra comercios. Hubo al menos 15 episodios.

La Policía local reaccionó y, en operativos donde hasta hubo disparos con balas de goma (las pistolas de gas aún no están), se llegó a detener a 17 personas: nueve de entre 19 y 31 años y ocho menores de edad. A varios les secuestraron principalmente bebidas alcohólicas robadas.

La tensión se extendió a este lunes a la madrugada. No hubo heridos.

Río Cuarto. Reunión de autoridades tras los intentos de saqueos.ALERTA MÁXIMA

Desde el domingo, existe alerta máxima en la Policía de Córdoba y alta preocupación entre las autoridades políticas y judiciales.

Mientras los casos de Río Cuarto son investigados por el fiscal Javier Di Santo, el fiscal General, Juan Manuel Delgado, sostuvo que existe preocupación y que se está investigando todo, al tiempo que solicitó que se extremara la prevención en distintos puntos de la provincia ante el temor de repetición de casos.

En la Fiscalía General, entienden que fueron hechos organizados.

Delgado indicó que hay que ocuparse y anticiparse a esos episodios.

Mientras en Capital se sucedían reuniones en altos despachos políticos y policiales, en Río Cuarto el intendente de la ciudad, Esteban Llamosas, convocó a un encuentro urgente en el que participaron el diputado Carlos Gutiérrez y jefes policiales de la región.

Saqueos en Río Cuarto: pedirán que la Legislatura modifique la Ley de Convivencia CiudadanaIntentos de saqueos en Río Cuarto. La Policía recuperó parte de la mercadería robada. (Policía)MOTOS, HORDAS Y SOSPECHAS ABIERTAS

Eran las 22 del domingo y Río Cuarto, como no sucedía desde los saqueos por el acuartelamiento policial de 2013 (en Capital), se tiñó de caos y violencia en varios puntos de la ciudad. De pronto, decenas de varones y mujeres jóvenes comenzaron con los desmanes. Algunos llegaban en motos, otros en autos, varios caminando.

“Atacaron un comercio, robaron bebidas alcohólicas y, como una ‘roseta’, se abrieron en distintas direcciones… Un comercio por acá, otro por allá, a algunos los atacaban con pedradas. Eran como los robos piraña, pero más organizados”, resaltó una autoridad oficial.

Decenas de patrullas, con uniformados con la directiva de usar sólo armamento con postas de goma, comenzaron a desplegarse y actuar.

Algunas bandas eran conocidas. “Son pibes ‘pesaditos’ que salen en sus motos a robar, a ‘pirañear’”, comentó una fuente oficial.

El 911 comenzó a recibir llamados. Algunos eran emergencias por ataques reales; otros, temores por audios que se viralizaban. Mientras, grande era el temor de vecinos que escuchaban gritos y veían corridas, motos y muchas patrullas.

Hubo asaltos a mano armada. A una comerciante le robaron $ 250 mil. Y mucha vidriera rota.

“Si bien actuaban con cierta organización, eran improvisados. No les importaban las cámaras de seguridad ni los domos policiales”, contó otro informante, quien remarcó: “Hubo mucho vandalismo. Pero alguien incitaba. Está claro”.

De los 17 detenidos, varios quedaron acusados por robo; otros por robo agravado. Algunos menores ya fueron regresados a sus padres.

El Gobierno nacional sigue de cerca la situación de los saqueos: Hay un monitoreo minuto a minuto

En los procedimientos se secuestraron un arma de fuego, martillos, piedras, pero también botellas de bebidas alcohólicas principalmente, cigarrillos, galletitas, champús, yerbas y algunos productos, como termos y celulares. No se halló dinero.

“En Capital ya tuvimos robos piraña a comercios tiempo atrás. Pero lo de Río Cuarto fue otra cosa. Eran como ‘pirañas’, pero más organizados”, comentó un comisario.

Mientras la Policía y la Secretaría de Seguridad provincial dispusieron intensificar los controles preventivos en Río Cuarto, en Capital y en otros puntos, este lunes se escuchaban relatos de bronca y dolor de damnificados.

En medio, hay una investigación abierta de pesquisas policiales y judiciales. Entre las averiguaciones, hay rastreos que se hacen en las redes a fin de determinar quién o quiénes motorizaron los saqueos.

“Hay gente que está incentivando, pero también hay mucha viralización de noticias o convocatorias de ataques falsas. Algunos por desconocimiento, otros lo hacen a propósito”, resaltó una fuente judicial.

El jefe de los fiscales remarcó que hay una investigación abierta y que se están coordinando acciones con la Policía para reforzar la seguridad, al tiempo que se está haciendo “inteligencia en redes sociales”.

Hay contactos con organizaciones políticas. Según trascendió, hubo comunicaciones entre autoridades y representantes del Polo Obrero a fin de determinar si alguna agrupación estaba detrás de los hechos.

Desde el Polo Obrero, por su parte, negaron toda injerencia.

¿QUÉ PASA CON GENDARMERÍA?

Si bien hay excelentes vínculos entre Gendarmería y la Policía provincial, en principio, la acción preventiva y represiva por los saqueos seguirá en manos de la fuerza de azul. “La idea es no causar más preocupación y alarma entre la población”, se escuchó desde un despacho.

De todos modos, hay línea abierta ante cualquier eventualidad.

EN ALERTA CÓRDOBA SAQUEOS

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