La 21° Feria del Libro de La Rioja bajó el telón repleta de sensaciones positivas y dejando una huella indeleble de cara al futuro, a lo que viene, siempre en un marco de amplitud y teniendo como eje fundamental los preceptos de 40 años de democracia, celebración que marcó de manera sustancial a una programación que abrió las puertas a todas las expresiones, teniendo como punto de partida el homenaje a quienes marcaron ese camino siendo protagonistas y, dejando la vida en ello, en muchos casos.
A nadie puede escapar, a esta altura de los acontecimientos y 21 años después de aquella tímida primera edición, que la Feria del Libro de La Rioja se ha convertido en una de las más importantes de nuestro territorio nacional, gracias a su excelente organización -en la que trabaja un equipo consolidado y comprometido en todas sus líneas- y a una variada programación, que suma año tras año a referentes de todo el país, al tiempo que brinda un destacado y esencial espacio a los autores locales.
Desde el instante cero hasta el cierre, que contó con la lujosa presencia de los músicos Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale, el recorrido estuvo signado por la entrega constante de quienes hicieron de este evento una edición inolvidable, apelando al ejercicio de la memoria como sustento fundamental para una historia que tiene a sus hombres y mujeres, nombres propios de un legado que hoy se puede disfrutar en su esencia, pero que debió atravesar por tiempos de dolor, de sufrimiento y angustia para lograr, finalmente, romper las cadenas y abrazarse a la libertad.
Precisamente, y cómo símbolo de esa búsqueda constante de los pueblos y los hacedores de la cultura, “Azahares en libertad”, con autoría, puesta en escena y dirección general de César Torres brindó un sentido homenaje a Ricardo Mercado Luna, mediante un espectáculo que atravesó por todos los estadíos de un período cruel, en el que el feroz intento por silenciar la palabra y ocultar las voces no logró acallar el ímpetu de los corazones dispuestos a romper todas las barrera hacia el encuentro con la luz.
En este marco, y durante la apertura, la secretaria de Culturas Patricia Herrera habló de la tarea que se viene realizando desde el área, buscando afianzar la identidad y los lazos con los hacedores culturales resaltando que “esta 21° edición marca esos valores bien conectados, firmes, entendiendo que las oportunidades tiene que crecer en las industrias culturales y creativas con todo nuestro apoyo”. “Nunca más dijimos desde el primer momento, nunca más silencio ni procesos oscuros, no lo vamos a permitir”, aseguró Herrera y felicitó a todo el equipo de la Secretaría de Culturas, “porque de eso se trata: de tener gestores, gestoras, artistas que tienen un compromiso con esa mirada y por sus características principales que es la de promover los clásicos de nuestra Provincia”.
Por su parte el ministro de Turismo y Culturas Gustavo Luna sostuvo que “La Feria es de todos, pero fundamentalmente de quienes dan el sustento literario a este suelo tan fértil de plumas y de garabatos de sueños. Por eso quiero recordar a ellos, a los soñadores y soñadoras como Víctor María Cáceres, Héctor David Gatica, Daniel Moyano, Ariel Ferraro, Juan Zacarías Agüero Vera, Dardo de la Vega Díaz, Arturo Marasso, Marcelo Lacasa, Alejandro Delgado, Ricardo Mercado Luna, Víctor Robledo, Roberto Rojo, Mario Paoletti, Teresita Flores, Miguel Bravo Tedín y Ramón Guerrero”.
Para cerrar la Vicegobernadora Florencia López resalto: “quiero reconocer y reivindicar que esta feria haya puesto el acento en esto, porque tenemos que saber que el único régimen que va a garantizar los derechos es la democracia, y que el único sistema que va a garantizar la libertad también es la democracia”.
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