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1591 Cultura + Espectáculos JAQUE MATE

"¿Crees que se pueden hacer cosas grandes en un lugar tan pequeño?

Phiona Mutesi, oriunda de la comunidad de Katwe en Uganda, hizo historia al convertirse en campeona nacional de ajedrez de su país a la temprana edad de once años. Una pasión que cambiaría su vida para siempre.
Victoria López Risso - @vickylopezrisso

Por Victoria López Risso - @vickylopezrisso

Phiona Mutesi, nacida en 1996, creció en una situación de marginación y en una de las zonas más pobres que refleja la realidad de muchos territorios africanos. Para las niñas este sentimiento de marginación era aún más fuerte, ya que enfrentaban las desigualdades de la sociedad de manera constante. La discriminación de género y las expectativas tradicionales a menudo limitaban sus oportunidades de educación y desarrollo personal. Cuando Phiona tenía tan solo 3 años, perdió a su padre debido a una enfermedad, y poco tiempo después, a su hermana. La falta de recursos para continuar su educación la llevó a abandonar la escuela y unirse a su hermano en la venta de maíz en las calles, todo con el propósito de sostener el techo donde vivía con su familia. A los 9 años, durante una de sus salidas para vender, Phiona se encontró con Robert Katende, un jóven profesor que ofrecía comida a cambio de partidas de ajedrez con niños y niñas, al mismo tiempo que les enseñaba los movimientos de las piezas y cómo llevar el plan de la mente al tablero. En su mayoría, eran niños quienes asistían a los encuentros diarios que organizaba Katende en la comunidad, y algunos de ellos mostraban cierta superioridad hacia Phiona; sin embargo, a medida que aprendía, se ganó el respeto de todos.

“¿Crees que se pueden hacer cosas grandes en un lugar tan pequeño?” le preguntó Phiona a su madre y, sin duda, lo estaba logrando. Comenzó a destacarse cada vez más entre sus pares, ganando partida tras partida. Su dedicación, talento y pasión eran notables, especialmente para su profesor Katende, quien, con el permiso de su madre, la llevó a competir y con 11 años logró coronarse como campeona nacional de ajedrez. Las victorias llegaron acompañadas de entusiasmo y motivación para continuar, fue así como en 2012 se convirtió en la primera mujer de Uganda en obtener un título de Maestra Candidata Femenina de Ajedrez, un logro que se otorga tras una serie de competencias internacionales. Un año después, Phiona obtuvo el título de la primera mujer en ganar el Campeonato Nacional Juvenil de ajedrez en Uganda, y al año siguiente, tuvo el honor de representar a su país en la Olimpiada de Ajedrez celebrada en Noruega.

Su dedicación y esfuerzo jugaron un papel fundamental en el avance del deporte en el país, generando un aumento significativo en el interés de la población. Además, demostró que, incluso desde las franjas más desfavorecidas en términos demográficos y siendo mujer, se puede llegar muy lejos. Esta historia de superación llegó a oídos del periodista y escritor estadounidense Tim Crothers, el cual decidió plasmar la vida de Phiona en su libro titulado “La Princesa de Katwe” que finalmente inspiró a la película “La Reina de Katwe” producida por Disney. La producción se aleja del estereotipo de princesas y se enfoca en la superación personal, la determinación y la lucha contra las adversidades. La historia de Phiona generó un cambio significativo en la escena del ajedrez en Uganda. El interés por este deporte aumentó en las niñas, lo que condujo a la creación de más competencias femeninas. Asimismo, su éxito inspiró a los niños a seguir sus pasos, dando origen a la fundación de la “SOM Chess Academy”, dirigida por Robert Katende, la cual brinda apoyo a 1300 jóvenes y continúa atrayendo nuevos inscritos diariamente.

¿Quién habría imaginado que la niña que vendía maíz en las calles de su pueblo marginado se convertiría en una de las más grandes referentes de ajedrez de su país? Su historia, su actitud y su grandeza trascendieron los límites geográficos al demostrar que el origen de una persona no define su potencial, sino que le da más motivos para expandirlo. Así fue como lo hizo Phiona. Desde su curiosidad, descubrió un talento y alimentó una pasión que cambiaría su vida para siempre, y lo más significativo que aprendió es que en el ajedrez, el más pequeño puede convertirse en el más grande.

JAQUE MATE

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