Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
1591 Cultura + Espectáculos REFLEXIONES

Hablemos de violencia verbal

Por dolorosa que haya sido la experiencia de violencia verbal, nadie es víctima de su destino. Es posible transformar un pasado negativo en un presente exitoso y lleno de paz. Nunca te resignes a ella. 
Por Bernardo Stamateas

Hoy en día somos testigos de un tipo de violencia que muchos sufren porque tristemente abunda entre nosotros: la violencia verbal. Hay personas que la experimentan desde la niñez; incluso, de boca de sus progenitores y otros familiares. Todos los seres humanos podemos escoger entre dos variantes de poder:

1. El poder sobre los demás, empleado para controlar y dominar a la gente.

2. El poder sobre uno mismo, que tiene el objetivo de cuidarnos equilibradamente y, además, ayudar a otros.

Quien maltrata verbalmente cree únicamente en el poder sobre los demás. Esta clase de maltrato suele tener lugar puertas adentro, aunque lo vemos en todas partes. Cuando la violencia verbal comienza a temprana edad, la persona que la experimenta luego la manifestará de alguna manera. Por ejemplo:

*Negando sus hechos y palabras (“Yo no hice/dije eso”).

*Exhibiendo desigualdad de derechos (“Yo sí, vos no”).

*Controlando (“Así vestida no salís”).

*Humillando (“No sabés hacer nada bien”).

*Juzgando (“Estuvo muy mal lo que hiciste”).

¿Cuál es la herramienta favorita del maltratador verbal?

La culpa. Hace creer a su víctima que es culpable de todo y tiene que sufrir por eso. Esta es una de las emociones más tóxicas que atenta contra uno mismo por algo que se hizo o no se hizo. Es muy destructiva, aunque no nos demos cuenta de ello, porque nos conduce a dos actitudes que no nos permiten ser felices:

a. La autoprivación, porque no nos sentimos merecedores de cosas buenas. Ya sea que se trate de una buena comida, un buen descanso, un viaje e incluso relaciones de calidad. Esto hace que uno se boicotee su propio bienestar.

b. El autorreproche, en la forma de una voz interior que nos juzga y nos critica todo el tiempo. Esto puede llevarnos al perfeccionismo y a perseguir metas inalcanzables.

Por dolorosa que haya sido la experiencia de violencia verbal, nadie es víctima de su destino. Es posible transformar un pasado negativo en un presente exitoso y lleno de paz. Nunca te resignes a ella.

EL AUTOR

Nacido en el barrio porteño de Floresta y de ascendencia griega, BERNARDO STAMATEAS tiene habilidad para el ajedrez, el clarinete y el saxofón. Luego de cursar la secundaria en los colegios Larroque y Mariano Moreno, estudió Licenciatura en Psicología en la Universidad Kennedy. Es Sexólogo Clínico. Hace dos años que es Doctor en Psicología, recibido en la Universidad del Salvador, Buenos Aires. Es Pastor de la Iglesia Bautista Ministerio Presencia de Dios, en el barrio de Caballito, Ciudad de Buenos Aires. Destacado escritor y conferencista a nivel nacional e internacional, recorrió seis veces el territorio argentino gracias a sus conferencias. Instagram @berstamateas // facebook.com/bernardostamateas // Live 9 p.m. todos los miércoles.

REFLEXIONES

Comentarios

Últimas noticias

Te puede interesar

Teclas de acceso