¡Quiero creer!

Por Gabriel Ocampo Barrionuevo / @gabyocampob

Un 10 de septiembre de 1993 debutó en la pantalla norteamericana en la cadena Fox, una de las series que cambiaría la televisión y que se convertiría en un icono de la cultura popular, generando millones de seguidores en todo el mundo (entre los que me incluyo). Obviamente, me estoy refiriendo a “Los expedientes secretos X” (The X Files, 1993–2018) o “Código X”, como se lo conoció en la vieja pantalla de Telefe.

Chris Carter, el creador de la serie, craneó el proyecto tan solo un año antes del estreno. Al ser aprobado por la cadena, que hacía poco tiempo había comenzado a trabajar, con influencias de series como: La dimensión desconocida, Twin Peaks en su tono oscuro y siniestro, pero también irónico con un humor negro. Y también inspirándose en las relaciones entre los personajes, como en la clásica serie de los 60 “Los Vengadores”, entre Emma Peel y John Steed. Y en películas como: Todos los hombres del presidente, El silencio de los inocentes, La Cosa y obviamente en Encuentros cercanos del tercer tipo, entre otras.

Con todo este cóctel de influencias, la serie cuenta la historia del agente especial, Fox Mulder que trabaja como agente del FBI, pero en un área a cargo de investigaciones únicas de casos inexplicables, conocidos como “Los Expedientes Secretos X” o “Los Archivos Secretos X”. Un día es asignada la agente especial Dana Scully, para trabajar juntos resolviendo casos para el FBI pese a sus diferencias.

En el caso de Mulder, amante de las conspiraciones, cree en vida alienígena y está deseando que cada caso sea una puerta a lo desconocido. Mientras que Scully es realista, pone todo en duda y solo cree en pruebas científicas. Pese a sus diferencias, una enorme amistad se formará entre ellos e irá evolucionando a lo largo de la serie.

En sus más de 200 episodios a lo largo de 11 temporadas y 2 películas de mitología, los Expedientes X, mezclaba perfectamente en dos tipos de episodios: el caso de la semana, que se los podría denominar como el “monstruo de la semana”, en el que los agentes investigaban un caso con toques de ciencia ficción o paranormal, con las eternas discusiones entre los agentes, con la duda de qué podían probar y qué no.

Y luego estaban los episodios centrados en el eje de la historia principal de la serie, la llamada “mytharc”, que estaban centrados en la conspiración existente para esconder la realidad que los alienígenas eran reales. Esos episodios eran un puñado cada temporada, ubicados al principio, en la mitad y al final de cada temporada, dejando la mayor parte de los capítulos a los monstruos de la semana.

Pero nada de esto hubiera sido posible sin la pareja protagonista que sin duda es el corazón de la serie, los agentes Mulder y Scully. Para ello, Chris Carter se tomó una tarea de búsqueda importante. En el caso de David Duchovny, que había trabajado en la serie Twin Peaks, quería empezar a trabajar en cine.

Pero el guion de Los expedientes secretos X llegó a sus manos y pensó que era tan bueno que se presentó al casting para el papel de Mulder y su prueba fue todo un éxito. En el caso de la actriz Gillian Anderson, también acabó entusiasmada con el guion y realizó la audición para el papel de la agente Scully. Es conocido por todos que desde la cadena no estaban interesados en una joven inglesa de 24 años, únicamente con experiencia en teatro. Fox buscaba una actriz rubia y alta, que llamase la atención del espectador por su aspecto. Pero gracias a la decisión final de Chris Cater, que ella era la única opción posible, al gustarle la química mostrada en pantalla junto a Duchovny. Todo esto también sumado a un grupo de personaje secundarios impresionantes como Walter Skinner, el jefe responsable en el FBI de nuestros agentes X, e interpretado por Mitch Pileggi. Y por supuesto, el personaje conocido como el Fumador (William B. Davis) que guardaba los mayores secretos de la trama.

A 30 años del estreno de Los expedientes secretos X, como ya dije, es una de las series que forjó la televisión moderna, cuyo legado todavía llega hasta nuestros días, que podemos ver su influencia en series como: Dark, Stranger Things, Héroes, Los 4400 y por supuesto Black Mirror. Y recuerda: “El gobierno niega tener conocimiento” (“Government denies knowledge”) y “la verdad está allá afuera” (“The truth is out there”).

¡Felices 30 años a una de las series de mi vida!