Por Agustina Salomé Castillo Rivas
AMOR VERDADERO
Amor que venció,
en forma de hombre vino
a la tierra.
Amor que sufrió,
dejó todo por amor.
Venció todo con su inmenso dolor y renunció a todo con su inmenso amor.
Amor que perdonó,
todos mis errores borró,
todos mis dolores sanó
y todas mis heridas cerró.
Amor que no tiene preferencias,
donde no hay nacionalidad,
ni conocimiento,
ni entendimiento.
Amor que no tiene límites,
hasta lo último espera,
que hasta el
fondo del pozo llega.
Amor inseparable,
él no se va, aunque haya hecho todo mal,
aunque haya cometido miles de errores,
aunque me había perdido,
haya caído,
él no se movió de mi lado.
Amor que no cambia según mis circunstancias,
pero si cambia esas circunstancias con su gran poder.
Quiero corresponder a ese amor,
a tu amor, Hijo de Dios.
A ese amor quiero exaltar,
con ese amor quiero amar.
Jesús sos esa evidencia de ese amor real,
genuino que necesitamos,
será imposible tener ese amor sino lo tenemos a él.
Ese amor que en la aflicción no se esfumó,
ese amor que nunca se separó de mí.
En forma de hombre se subió a esa cruz y murió por mí,
a ese amor correspondo hoy, al amor inseparable de Jesús.
LA ETERNIDAD VA MÁS ALLÁ
Cuando pasamos por problemas, descubrimos un propósito
eterno en ello, más allá del dolor.
Cuando miramos la vida, entendemos que hay esperanzas,
más allá de la muerte.
Cuando ves tu vida, entiendes que lo eterno en vos va más allá
de tus errores, de tu persona.
Siempre lo eterno va más allá.
La idea de este mundo es tener un límite,no ir más allá.
Dios está más allá.
Más allá de tus miedos,
de tus limitaciones,
de tus problemas,
de tus oraciones,
de tus pensamientos,
de tus decisiones,
de todo lo que existe.
Por eso es el principio y el fin.
Dios está más allá de lo que llamamos final.
La pregunta clave es ¿te animas a ir más allá?
Dios nos invita a ir más allá,
más allá de tus fuerzas
de tu fe
tus ánimos
tus ganas
tus sueños
tus deseos
tu carne y hasta
de vos mismo.
Siempre que estés en algo mira más allá y verás un pedacito de
eternidad en ello.
Dios quiere llevarnos siempre más allá
No tengas miedo, porque siempre que estés un poco más allá
de vos, estarás un poco más cerca de mí.
De eso se trata seguir mis pasos.
LA PIEZA QUE FALTA
Esa pieza que necesito para sanar.
Esa pieza que no logro encontrar.
Esa pieza que puede llenar el hueco que hay en mi corazón.
Esa pieza es perfecta, buena y agradable.
Esa pieza que trae sentido a mi existencia.
Esa pieza que termina de armar el rompecabezas de mi mente.
Esa pieza que completa el plano grande en mí.
Esa pieza que tapa el tablero de abajo y crea algo nuevo arriba.
Esa pieza que trae futuro y esperanza.
Esa pieza.
Llevo años buscando y buscando.
pero ha sido un esfuerzo en vano.
Llevo demasiado tiempo intentando que las piezas encajen,
porque no quiero reconocer que falta una.
¿Dónde está la pieza que falta?
¿Dónde está la pieza que completa ese hueco en mi alma?
Y fue ahí, cuando mis labios dijeron eso que la ví, estaba ahí,
enfrente de mí.
Entonces corrí y la tomé, poniéndola en el lugar
que siempre debió estar; pero la había perdido
y hoy la volví a encontrar, llena de gloria y esplendor se
posicionó en su lugar, y le dio
forma y sentido al rompecabezas de mi existencia,
porque yo busqué por muchos lados algo que
me pudiera completar, pero nunca busqué la pieza que faltaba.
Hasta hoy, que la busqué y la encontré.
porque todo aquel que cree y busca,
encuentra
y hoy encontré la pieza que me faltaba.
Jesús.
LA AUTORA
ESTUDIANTE DEL PROFESORADO EN LETRAS PARA NIVEL SECUNDARIO Y SUPERIOR EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA RIOJA.
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