
Por Sara Gonzalez
Más allá de la actividad agrícola, la empresa demuestra un compromiso palpable con la preservación del entorno natural y el fomento de la vida silvestre, sentando un precedente en la región para la coexistencia armónica entre producción y ecología. La estrategia de Valle de la Puerta en materia de biodiversidad se articula en torno a principios claros y acciones concretas. Uno de los pilares fundamentales es el respeto por los cauces naturales de los ríos y la integración del campo nativo en su diseño productivo. Estos espacios no solo se conservan, sino que funcionan como corredores ecológicos que conectan las áreas de cultivo con el entorno natural. De hecho, la empresa ha destinado 100 hectáreas de campo nativo a la conservación, las cuales incluyen seis “islas de biodiversidad”, consideradas vitales para la protección de la flora y fauna local.

“Desde el inicio del emprendimiento productivo, nuestro diseño ha contemplado el respeto por los cauces naturales de los ríos y la integración del campo nativo”, afirman desde la empresa. “Estos espacios actúan como corredores que conectan el área cultivada con el campo nativo. Dentro del predio de la empresa se conservan 100 hectáreas de campo nativo”. Esta dedicación a la conservación no solo salvaguarda la biodiversidad, sino que también contribuye a la resiliencia del ecosistema, proporcionando refugio y recursos a diversas especies. Un punto crucial en la labor de Valle de la Puerta es su firme compromiso con la conservación de los polinizadores, actores esenciales para la productividad agrícola y la salud de los ecosistemas. La empresa ha implementado una serie de iniciativas innovadoras en este sentido. La capacitación continua de sus colaboradores en buenas prácticas agrícolas que favorecen la protección de los polinizadores es una muestra de esta dedicación.
Además, Valle de la Puerta promueve activamente la presencia de polinizadores mediante la conservación y creación de hábitats adecuados para su desarrollo. En un ejemplo notable de colaboración comunitaria y educativa, en 2023 se concretó un convenio con el Colegio Secundario Provincial de Nonogasta “Técnico en Industrias de Proceso”. Como resultado de esta alianza, los estudiantes de la institución llevaron a cabo la construcción de un “hotel para polinizadores” en una de las islas de biodiversidad de la empresa. Esta obra no solo proporciona un refugio vital para las especies de polinizadores silvestres, sino que también representa una valiosa experiencia de aprendizaje práctico para los jóvenes, vinculándolos con la importancia de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente desde temprana edad. La diversificación de cultivos es otra estrategia clave, ya que una mayor variedad floral asegura una oferta de néctar y polen más amplia y constante para los polinizadores, contribuyendo a la estabilidad del sistema agrícola.

Además, se promueven prácticas como la labranza mínima y el uso de cobertura del suelo con vegetación de crecimiento espontáneo, técnicas que mejoran la salud del suelo y fomentan la presencia de organismos beneficiosos.
Los beneficios de esta visión holística son evidentes. No solo se garantiza la conservación de los recursos naturales y la viabilidad a largo plazo de la producción agrícola, sino que también se fortalece la resiliencia de los ecosistemas locales. Los corredores naturales facilitan el movimiento de especies, mejorando la dispersión de plantas, animales y polinizadores, lo que enriquece la biodiversidad local.
Actualmente también trabajan en la nutrición de la tierra, a través del compos natural que producen del orujo y otros residuos que vuelven a la tierra. Esta acción que parece sencilla es fundamental para fomentar y aumentar la diversidad de sus microorganismos.
Valle de la Puerta, con su compromiso con la sostenibilidad y la biodiversidad, se posiciona como una empresa de innovación en la provincia de La Rioja, demostrando que es posible cultivar el futuro sin sacrificar la riqueza natural de nuestro presente.
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