Por Viviana Rosenzwit - Directora de Viví Libros
En este libro, la autora Inés Moreno vuelca el fruto de más de 40 años de trabajo en la Formación de Profesionales que facilitan actividades en los grupos. En escasas ocasiones se encuentra una visión integradora y articulada entre el pensar, sentir y hacer de los facilitadores, que incluya praxis y teoría en un lenguaje coloquial. El juego y la creatividad constituyen una clave para el desarrollo de propuestas innovadoras aplicables a diferentes contextos. En cada página existen recursos y fundamentación referidas a la intervención pertinente: una metodología para el quehacer integrado al campo emocional y a las ideas que se sustentan en cada acción, el análisis de los comportamientos que ayudan u obstaculizan el cumplimiento de los objetivos, así como la forma en que intervienen la comunicación y el entramado de los vínculos entre los participantes. Toda persona puede constituirse en un facilitador seres que lo rodean. No se trata exclusivamente del ejercicio de un rol profesional; por el contrario, se trata de un acompañamiento en y para la vida. Te invitamos a zambullirte en estas páginas para comprender e implementar diferentes formas de multiplicar tramas grupales sanas que promuevan el desarrollo pleno de las potencialidades humanas.
INTRODUCCIÓN
Este libro me ha generado un trabajo particular. Cada libro, al igual que los hijos, es diferente. Nacen en momentos distintos de la vida y establecen vínculos que son únicos e irrepetibles.
He reiterado en múltiples entrevistas que no me considero escritora. Soy educadora y esto supone acción e interacción con otras personas. Es en el encuentro con otros cuando me surgen las mejores ideas y los conceptos danzan con una música propia.
Escribir, en cambio, es una tarea solitaria que me genera un esfuerzo que realizo con perseverancia para dejar por escrito experiencias e ideas que me parecen valiosas, para que luego se puedan profundizar y enriquecer. Si bien todos los libros anteriores refieren a elaboraciones que surgieron a partir de mi propia praxis, en este caso el tema me atraviesa más allá de las experiencias concretas. Es escribir sobre mí SER persona y profesional. Imágenes, reflexiones, aciertos y fracasos se entrecruzan en cada palabra que vuelco.
Me siento y reconozco como facilitadora desde mi primeros años, cuando jugaba con los osos y muñecas en el como si de un aula que tenía como pupitres los almohadones de mi cama. Les repartía hojas con cuentas o palabras ya preparadas que luego corregía como maestra. Los años transcurrieron, los osos y muñecas pasaron a ser niños más pequeños que, reunidos en la puerta de mi casa, copiaban palabras que escribía con tiza sobre la puerta de hierro de la entrada. Ellos, sentados en la vereda y con la aprobación de sus madres eran mis “alumnos”. La puerta gris aceptaba tizas de colores y yo me deleitaba colocando cuentas, letras para que los chicos resuelvan.
Comencé a recibir un sueldo durante la adolescencia, cuando trabajé como auxiliar de sala en un jardín de infantes privado y como ayudante en colonias de vacaciones y clubes infantiles. A los quince años, dirigí un club infantil que comenzó con veinte niños y culminó el año lectivo con más de ochenta participantes. El motor que me impulsaba nunca se detuvo. Maestra, directora de jardín y escuela primaria, profesora de todos los niveles de la educación –incluyendo carreras de grado y por grado en la Universidad– que se complementaban con cargos directivos y de asesoramiento en colonias de vacaciones, campamentos y diversas actividades recreativas. La construcción del rol del facilitador se vio transformada cuando fui mamá de Tamara y Rodrigo. Pude enriquecer y profundizar mis conductas a partir del nacimiento y de las múltiples situaciones que el crecimiento de cada uno me generaba y me sigue generando.
Escribo embebida de lo que soy ahora, producto de un proceso en el que han participado maestros, mentores, alumnos, colaboradores, colegas y obviamente mis hijos para que mi pensar, sentir y hacer se fuera modelando. Cada tema me remite necesariamente a imágenes de hitos significativos de mi vida que se encuentran contextualizados en forma compleja por variables histórico-geográficas, sociales, culturales, económicas, educacionales que condicionaron y condicionan teorías y prácticas.
Escribir sobre el facilitador es como abrir mi piel para poner en cada palabra una parte de mi persona: aciertos, dudas, principios, incertidumbres unidas a alegrías, enojos, satisfacciones y la convicción vocacional de que este era el camino por recorrer que marcaba y marca mi corazón.
SOBRE LA AUTORA
INÉS MORENO ES PROFESORA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN (UBA) Y DIRIGE DESDE EL AÑO 1977 EL ESTUDIO INÉS MORENO, INSTITUCIÓN PIONERA EN LA APLICACIÓN DEL JUEGO Y LA CREATIVIDAD EN EMPRESA, SALUD, EDUCACIÓN, TIEMPO LIBRE Y RECREACIÓN, TRABAJO COMUNITARIO, ENTRE OTROS. ASESORA DE ORGANIZACIONES, PROYECTOS Y PROGRAMAS EN PAÍSES DE AMÉRICA Y EUROPA. CONVOCADA A BRINDAR CONFERENCIAS Y TALLERES EN MÚLTIPLES UNIVERSIDADES Y EVENTOS INTERNACIONALES. EN EL AÑO 2000 ASUMIÓ LA PRESIDENCIA DE LA ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE TIEMPO LIBRE Y RECREACIÓN, PRIMERA MUJER ELEGIDA POR SUS PARES. INVITADA A REPORTAJES E INTERVENCIONES EN PRENSA ESCRITA, RADIO Y TELEVISIÓN. AUTORA DE NOTAS, ARTÍCULOS Y VARIOS LIBROS, ENTRE LOS QUE SE ENCUENTRAN: EL LIBRO DE LOS PERMISOS, EL JUEGO Y LOS JUEGOS, ESPACIOS DE JUEGO, RECREACIÓN: TOMO 1 Y TOMO 2, LAS LLAVES DEL JUEGO, ENTRE OTROS.
“EL FACILITADOR, CONDUCCIÓN DE GRUPOS” DE INÉS MORENO. BONUM. BUENOS AIRES, ARGENTINA, 260 PÁGINAS.
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