La era digital trajo el florecimiento de una industria novedosa que ha dado qué hablar durante los últimos años: la industria del juego online. Los portales fácilmente accesibles desde la computadora o el celular ampliaron el escenario de entretenimiento dejando a disposición de los usuarios una inabarcable cantidad de juegos a tan solo un clic de distancia.
El auge del ocio digital despuntó durante la pandemia del Covid, un período atípico que aceleró el viraje de las actividades sociales a los entornos virtuales. Las plataformas de juego como los casinos online fueron una distracción en tiempos de confinamiento que parecían no tener fin. Desde entonces, la industria no ha parado de crecer.
Pero no hay que desatender el lado B de esta nueva modalidad de ocio. La ciberdelincuencia y el desmedido uso de las tecnologías móviles son algunas de los riesgos a las que se enfrenta la sociedad digital. Por eso, es primordial jugar solo en casinos online seguros que integran políticas de ciberseguridad y Juego Responsable.
Ciberdelitos, la criminología de la era virtual
Mientras las empresas de juego diseñaban nuevas estrategias de marketing para insertarse en el mercado argentino, en paralelo, los piratas cibernéticos sofisticaban sus recursos de manipulación y fraude. Así aflora una de las nuevas formas de delito que hoy acecha a los internautas; la ciberdelincuencia. Una amenaza que, con tan fácil acceso de los usuarios a la oferta digital, está siempre a la vuelta de la esquina.
A pesar de ser un tipo de crimen que se da en diferentes ámbitos virtuales, los casinos online son particularmente atractivos para los ciberdelincuentes dado el flujo constante de dinero real que mueve el rubro. Al día de hoy, las empresas lícitas y serias utilizan mecanismos de seguridad como el cifrado de datos y la encriptación SSL que garantizan la protección de la información personal de los jugadores.
Pero el peligro principal radica en aquellos portales de juego que funcionan por fuera de los marcos legales. Las plataformas de juego clandestinas no responden a ninguna ley que ampare a los jugadores. Además de ser un peligro para los menores de edad que quedan expuestos a una actividad exclusiva para mayores de 18 años, es también un peligro para aquellos usuarios que, por desconocimiento y/o atraídos por promociones fraudulentas, terminan siendo víctimas de estafas.
En 2023, Argentina lideró el ranking de ciberataques de la región latinoamericana. Pero las amenazas exceden al sector del juego en línea, la ciberdelincuencia es un fenómeno que interfiere en las diferentes redes de conexión del mundo. El problema toca la puerta de los recintos gubernamentales empujando a los países a crear departamentos exclusivos de ciberseguridad que den combate a este nuevo mal de época.
¿Ocio o adicción? Los adolescentes al alcance del juego
Pasando la página de la ciberdelincuencia aparecen otros riesgos vinculados al lugar que ocupa el entretenimiento digital en la vida de quienes lo consumen. El auge de los casinos online encendió las alarmas de las organizaciones que luchan contra la ludopatía. La consecuente proliferación de plataformas ilícitas desbordó los casos de adicción en jóvenes que acceden a páginas sin filtros para menores de 18 años.
El problema no tardó en llegar a las aulas de las escuelas generando bajos rendimientos y dispersión en los estudiantes, entre otros síntomas, anoticiando a los docentes de la situación. En la actualidad, la vasta oferta de entretenimiento online, el fácil acceso a los móviles con internet y la falta de supervisión de los adultos son ingredientes de un cóctel peligroso para los adolescentes que están en pleno desarrollo de su identidad.
En Argentina, la legislación del juego online está a cargo de cada provincia, lo que complejiza el escenario para emitir regulaciones que protejan a los ciudadanos a nivel nacional. La presión cae sobre CABA y Provincia, en donde se concentra el mayor caudal de usuarios. El Gobierno de la Ciudad no habilitará nuevas licencias para casinos online y activó acciones de capacitación para docentes como parte de las medidas para frenar la compulsión al juego.
La industria del juego online desembarcó en Argentina con una potencia arrolladora. Los riesgos que implica este nuevo estilo de ocio son de alto impacto cuando las autoridades no responden con medidas legislativas rígidas, sobre todo cuando quienes quedan expuestos a esta falta regulatoria son los más jóvenes. La era digital revolucionó el rubro del ocio y, aunque trajo propuestas de lo más innovadoras, desafía a las autoridades regulatorias a asumir responsabilidades que garanticen el cuidado de los usuarios.
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