Una familia de Chaco se llevó una gran sorpresa este fin de semana largo, cuando llegaron a la casa que heredaron de su abuela y se encontraron dos anacondas.
Los Valussi, como se apellida la familia, no sabían qué hacer con la pareja de boas Cariyú, popularmente conocidas como anacondas, y pensaron en la posibilidad de sacrificarlas.
Pero uno de los integrantes de la familia, que es estudiante de veterinaria en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), llamó a un especialista en serpientes de la institución.
Sergio Antúnez Rossi, veterinario y docente de la UNNE, fue quien se acercó a la propiedad para remover a las anacondas de manera segura.
El veterinario explicó en su cuenta de Instagram que se trataba de dos ejemplares de boa Curiyú (Eunectes notaeus), un macho y una hembra, que medían alrededor de 2,5 metros y se encontraban en perfecto estado de nutrición y salud.
Los animales fueron trasladados al área protegida de la Reserva Natural Monte Constanza.
Este tipo de boídeos son los más grandes que se pueden encontrar en la Argentina, y llegan a medir hasta cuatro metros y pesar 30 kilos.
Habitan en ambientes de humedales en la proximidad de las cuencas de ríos en Formosa, Chaco, Corrientes, norte de Santa Fe, norte de Entre Ríos y sur de Misiones.
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