El 30 de septiembre se celebra el Día de la Aeronáutica, fecha que invita a reflexionar sobre el desarrollo de la aviación en el país y a homenajear a quienes hicieron historia en los cielos. En La Rioja, este día tiene un significado especial gracias a la figura de Vicente Almandos Almonacid, un visionario que trascendió las fronteras de Argentina y dejó huellas imborrables en el mundo de la aviación.
Almandos Almonacid nació el 24 de diciembre de 1882 en Anguinán, departamento Chilecito. Desde joven se destacó por su carácter inquieto y su pasión por la tecnología, lo que lo llevó a formarse como ingeniero y, más tarde, a convertirse en piloto y diplomático.
Héroe de la Primera Guerra Mundial
Durante la Primera Guerra Mundial, Almandos se sumó a la aviación francesa, donde protagonizó hazañas que lo convirtieron en una leyenda. Participó en misiones de combate en las que demostró valentía y habilidad, siendo reconocido con prestigiosas condecoraciones como la Légion d’Honneur y la Croix de Guerre.
Una de sus acciones más recordadas fue cuando logró escapar de ocho aviones enemigos, realizando maniobras tan arriesgadas como estratégicas que le valieron el respeto de sus pares.
“Era un piloto con un temple único, capaz de enfrentar el peligro con coraje y serenidad”, recuerdan testimonios históricos.
Constructor de la aviación comercial
De regreso a Argentina, Vicente Almandos Almonacid fue pieza clave en la creación de la Aeroposta Argentina, empresa pionera que más tarde sería el antecedente directo de Aerolíneas Argentinas. Desde allí impulsó el desarrollo de rutas aéreas que conectaron regiones aisladas y promovieron la integración nacional a través de la aviación.
Su visión trascendía el transporte: veía en los aviones una herramienta para unir pueblos y fomentar el progreso. Ese espíritu innovador lo posicionó como una de las figuras más importantes en la historia aeronáutica del país.
Reconocimiento en el exterior y olvido en el país
En Francia, Almandos es recordado como un héroe. Sus medallas y distinciones descansan en el Panteón de los Héroes Franceses, en el cementerio de San Isidro. Sin embargo, en Argentina su legado ha sido relegado al olvido.
El Aeropuerto de La Rioja lleva su nombre, pero pocos conocen en profundidad su historia y su papel en la Primera Guerra Mundial.
“La Argentina no ha sabido darle el lugar que merece en la memoria colectiva, pero su ejemplo sigue vivo en cada vuelo que despega de esta tierra”, señalan historiadores riojanos.
Vicente Almandos Almonacid falleció el 16 de diciembre de 1953, dejando un legado que todavía inspira a nuevas generaciones de pilotos y amantes de la aviación.
Más que un nombre en el aeropuerto
En este Día de la Aeronáutica, recordar a Almandos Almonacid es también reconocer el valor de los pioneros que forjaron la aviación en tiempos difíciles.
Su vida es un ejemplo de coraje, innovación y compromiso con el desarrollo del país, atributos que hoy siguen siendo faro para quienes trabajan en el sector aeronáutico.
Redacción Edición Digital de Nueva Rioja.
Comentarios