La Riojana se ha destacado de manera contundente con la emblemática cepa autóctona, el Torrontés Riojano. La Cooperativa con su inigualable paisaje de viñedos y la herencia de generaciones de vitivinicultores, se convirtió en la revelación absoluta en la última edición de Guarda 14.
Esto, no solo pone en valor la calidad distinguida del Torrontés y las etiquetas de La Riojana, sino que también promueve el intercambio de conocimientos, la innovación y la evolución constante de la industria vitivinícola en la región.
Desde NUEVA RIOJA dialogamos con el Dr. Rodolfo Griguol, quien además conformó el jurado como único representante riojano en dicho evento.
“Guarda 14 se ha convertido en uno de los concursos más importantes del país, por la seriedad que reviste. En el año 2023 participaron 270 muestras, este año fueron 380 muestras. Con un jurado de excelente nivel, 55 personas, nacionales e internacionales. La importancia y responsabilidad con la se realiza el concurso es destacable, este año se incursionó en la tecnología, con la calificación a través de una planilla que se manejaba en el celular, una nueva forma de puntuar”, indicó Griguol.
ORO PARA LA RIOJANA
En la tierra del Malbec solo hubieron dos grandes recibimientos al vino blanco. El GRAN ORO le perteneció al “Riojana Torrontes Riojano 2024” fue galardonado. Destacándose cómo el mejor TORRONTES.
Un gran Oro para esta cepa, representada en la etiqueta de la Riojana, suma reconocimiento y valor justo. Resultados que marcan su presencia en el inmenso mundo vitivinícola. Sobre todo deja grandes muestras del trabajo minucioso que realiza el equipo técnico, encabezado por el Dr. Griguol.
En la semana del Torrontés, ha sido una verdadera celebración riojana la participación de la Cooperativa más histórica y valiosa de la Provincia.
El varietal estrella blanco, en cuestiones de puntuación, logró conseguir los estándares más altos a la hora de calificar, teniendo en cuenta que para lograr una medalla Plata, era necesario por parte del jurado lograr al menos 89/90 puntos.
Esto deja a simple vista la gran exigencia a la que se elevaron las medallas de Guarda 14. Esto reduce la premiación al 30% de los vinos presentados; además, el plus que se realiza al puntuar los vinos, son los comentarios sobre los vinos presentados, estos son realizados por los especialistas enológicos y enviados. Esta devolución es de sumo valor para las Bodegas participantes, ya que se puede valorar, mejorar o complementar todo el trabajo que vienen desarrollando cada una.
Al respecto, Griguol señala que “lograr cinco medallas de las ocho recibidas con el Torrontés, marca sin duda el valor que está tomando la cepa y también del lugar que La Rioja merece ocupar. Teniendo en cuenta el fuerte trabajo que venimos realizando por darle prestigio y reconocimiento a nuestra cepa insignia. Hemos desarrollado de un mismo varietal diferentes etiquetas, completamente fieles al torrontés pero diferentes entre sí. En esta premiación recibimos medallas en cinco vinos, interesante es analizar este punto, ya que todos los estilos del torrontés fueron reconocidos: Tardío, Convencional, Orgánico y Biodinámico, lo que nos causó una gran alegría como equipo enológico. Ya que estamos trabajando e innovando continuamente para brindar el vino que la gente quiere”.
El significado de este reconocimiento para La Riojana, expresa el resultado de un trabajo intenso, de compromiso responsable y una pasión absolutamente entregada al reconocimiento del Torrontés.
En este sentido, Griguol no duda en destacar que “desde La Riojana, nos sentimos felices con este resultado. La Rioja merece premios de esta magnitud, probablemente algunas veces falle la difusión del trabajo que se realiza con esta cepa. Pero estamos en el camino correcto, en pos de continuar superándonos en calidad y excelencia. Los premios son justamente el marcador principal y la conciencia de estar en el camino correcto. Nos impulsa a continuar con todas nuestras herramientas, a perfeccionarnos, aumentar conocimientos y estar siempre atentos a lo que esperan los consumidores. Los premios llegan y pasan, en vigencia quedan siempre el compromiso que nos lleva a conquistar un lugar en el mundo. Para la empresa fueron premios importantes, para nosotros como equipo técnico, la certeza de caminar en la dirección correcta. No significa haber llegado hasta…, implica seguir por el mismo rumbo. Cada día nuestro desafío es mayor, olvidamos inmediatamente el premio para seguir en pos de lo siguiente”.
En la semana del Torrontés, La Riojana ha vuelto a sorprender con ocho medallas logradas para la Provincia. Es un mérito ganado con sus 84 años de historia, lealtad al terruño riojano y un trabajo consolidado de trayectoria impecable. Existen muchos momentos para celebrar y brindar, la Cooperativa logra siempre posicionar a La Rioja en las primeras ligas nacionales e internacionales con un medallero de lujo.
El Torrontés es un varietal amable, cautivante, versátil y de una expresión adaptable a todas las propuestas gastronómicas. Esto además la diferencia en gran manera de otras cepas, su máximo esplendor siempre se deja descubrir con cada etiqueta.
Todas y cada una hablan de su elegancia, prestancia al disfrute y potencia el plato que se busque maridar. Su cápsula aromática nutre el olfato de recuerdos primaverales, indaga en los sabores del recuerdo y brinda momentos inolvidables en todas sus copas.
“El vino nunca debe competir con un plato, con un sabor, debe acompañar y potenciarse mutuamente en un pleno disfrute del momento”, destaca el doctor Griguol.
Los paradigmas en cuanto al consumo del alcohol han ido cambiando en el mundo. En ese punto Griguol explica: “Trabajamos siempre acorde a lo que el mercado marca, en este momento los jóvenes tienen conciencia sobre el consumo de alcohol. Y las nuevas normas internacionales también van mostrando otras condiciones. En este sentido un vino de baja o ninguna graduación alcohólica es el siguiente desafío para nuestro equipo. El Torrontés es una cepa que se presta a ser la mejor base para estos nuevos productos, un torrontés sin alcohol es el siguiente paso en las nuevas posibilidades que el mundo del vino busca estar presente”.
Una cepa de condiciones maravillosas, de calidad organoléptica única indiscutiblemente, el Torrontés Riojano va dejando huellas indelebles en el camino de la historia del vino argentino.
Desde 1987, cuando el primer vino blanco seco de la Nacarí conquistó el mundo hasta la actualidad, donde el Concurso Mendocino Guarda 14 dejó claras muestras que esta es una cepa única y deslumbrante.
Bajo todas las expresiones sensoriales de un exigente jurado con grandes eminencias del vino, el Torrontés Riojano se impuso con medallas de ORO. El reconocimiento mundial llegará sin duda en algunos brindis por delante, para instaurar con justicia a los viñedos que mejor producen estas uvas en el mundo, dichosamente de tierras Riojanas.