La iniciativa reúne a áreas vinculadas con salud, seguridad, infraestructura, ambiente y desarrollo social, con el fin de estandarizar protocolos, compartir información en tiempo real y acelerar la toma de decisiones cuando ocurren eventos críticos.
Según informaron desde la coordinación del sistema, el nuevo modelo busca corregir fallas históricas: respuestas aisladas por sector, demoras en la circulación de datos y ausencia de criterios comunes de actuación entre municipios y provincia.
La red incorpora además un componente preventivo: mapas de riesgo, monitoreo de eventos y simulaciones para identificar debilidades operativas antes de que se produzcan emergencias. El esquema incluye instancias regulares de entrenamiento y actualización técnica para los equipos.
El objetivo operativo es que —ante un mismo evento— los municipios, el COE y las áreas provinciales involucradas actúen con un marco unificado de comando, tiempos y responsabilidades, reduciendo el margen de improvisación y las demoras que suelen agravar el impacto inicial de las emergencias.
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