La nadadora chamicalense reflexiona que en general uno
cree que no puede hacer nada desde el lugar donde está. En su caso se
preguntaba que podía hacer un ama de casa. Que poseía ella para sumarse a la
causa. Fue cuando pensó que solo tenía que
"arremangarse", ponerse la malla y salir
a nadar para que la gente la escuche y se entienda lo que es la malvinización. Si las personas ven su sacrificio
cuando entrena en agua fría o cuando se mete en un tacho helado para lograr la
adaptación, podría ser una manera de generarla. De recuperar el verdadero
significado de la causa Malvinas en nuestras vidas personales y en nuestra
historia nacional.
"Un día
mi hijo me pregunto que hacíamos por los héroes. Le respondí que nada y me dio
mucha vergüenza"
Desde hace tres años y con una pausa por la pandemia
del Covid-19, la atleta de aguas abiertas fue conociendo la historia de muchos excombatientes.
En cada desafío lleva atravesada estos relatos que le dan fuerzas para dar cada brazada en las aguas riojanas y aledañas
"La
Argentina no sabe lo que realmente pasaron los héroes de Malvinas. Recién ahora
ellos pueden hablar porque antes no se les permitía hablar. Fueron tres meses
de las mismas medias, mismos calzoncillos. De comer ovejas robadas y crudas
porque si prendían fuego los veían y los
mataban"
Como madre les enseño a sus hijos el amor por la
patria, que aunque la patria este
"quebrada" hay que respetarla y quererla
igual "Cuando mi hijo un día me pregunto que hacíamos por los héroes. Le
respondí que nada y me dio mucha vergüenza" La familia, su marido y sus dos
hijos que siempre la acompañaron y la alientan a entrenar, se unieron e hicieron
cotidiana la causa. Los define como "una
familia malvinera", aunque no tiene parientes que hayan estado en combate
"Hoy mis
hijos están llenos de abuelos del corazón y yo tengo hermanos del corazón. Hoy
puedo decir que en mis venas también corre sangre de Malvinas. Yo lucho por
ellos, por el no olvido. Por el reconocimiento porque antes eran llamados los
loquitos de la guerra. El pueblo Argentino se tiene que unir y reivindicar todo
lo que se hizo mal"
Tal vez, sin que la nadadora lo advirtiera, su
historia personal también es inspiración y un ejemplo de heroísmo para losexcombatientes argentinos. Los problemas físicos que una eventualidad pueden
ocasionar muchas veces se pueden superar con la ayuda de otros y la confianza
en sí mismo. Ante esta adversidad la puso la vida a Carolina Saá años atrás.
Escuchar que no volvería a nadar no la desanimo. Estaba imposibilitada de volver a esta
actividad porque solo se había recuperado el 28 % de su musculo deltoides,
luego de que un accidente de tránsito en el año 2000 la pusiera en riesgo de
perder su brazo derecho. Pero Carolina
no sabe lo que es rendirse. Desentendió aquella tarde el enojo del médico que
intento que no se frustrara con un golpe más grande en el futuro y le aconsejo
hacer terapia para que la ayude a aceptar su nueva condición.
Recuerda que le pidió al doctor el papel del suero y
la lapicera que llevaba en el bolsillo de su guardapolvo y apenas con la
posibilidad de mover dos dedos escribió: "Ándate a la p… que te pario. Yo
vuelvo a nadar", el profesional sonrió y le respondió: "Esa es la actitud"
De esa manera Saa se propuso salir adelante. Transitar
"el duelo" porque físicamente había
cambiado después del accidente. No pudo participar en triatlón en los Juegos Olímpicos
de Sídney 2000, sus sponsors se retiraron cuando quiso retomar el deporte
porque consideraron que ya estaba grande, readaptarse y entender que la vida
había cambiado para ella y para su familia. Pero todas esas vicisitudes no
fueron un obstáculo sino una oportunidad de transformación. Derribarlos
le dio fuerza y hoy está segura que
cuanto más lejos llegue nadando y lleve
amarrada la bandera con la firma de los héroes, más la van a escuchar.
"Antes
nadaba desde el deporte, hoy nado desde el amor que le tengo a mis veteranos de
Malvinas", Carolina Saá
Escribe Telma Romero