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¡Socorro! Termina la secundaria y no sé qué carrera elegir

(TERCERA PARTE)
REALIZAR UN PROCESO DE ELECCIÓN VOCACIONAL QUE TE PERMITA TENER UNA ELECCIÓN MADURA NO TE GARANTIZA EL EXITO, PERO SI AUMENTA LAS PROBABILIDADES QUE NO TE EQUIVOQUES
No hay nada que nos garantice error 0, pero seguramente cuando nos tomamos en serio el proceso, manejamos información chequeada, de fuentes seguras, analizando mis posibilidades en cuanto a recursos y potencialidades y debilidades, se disminuirá el margen de error en la elección. Y si en el caso que, luego de haber transcurrido todo este proceso de elección vocacional, durante los años de cursada de la carrera universitaria, comienzo a darme cuenta que no es lo que quería... todo lo transcurrido no habrá sido en vano, habrá sido parte del proceso de aprendizaje que necesitaba para llegar a concretar aquella vocación que estaba descubriendo.
REALIZAR UNA ELECCIÓN VOCACIONAL IMPLICA GANANCIA Y RENUNCIA
Cuando te decides por una carrera a estudiar, estarás renunciando a otras que quizás también te resultaron interesantes.
Cuando te decides por una carrera posible pero no por la soñada, ya que no puedes estudiar lo que quieres porque está en otra provincia y/o país, y no cuentas con las posibilidades concretas (recursos) para hacerlo, estarás renunciando.
Pero debes saber que esa renuncia puede ser momentánea y quizás debas postergarte por el momento, pero en un futuro si te decides trabajar por ello, puedas estudiarla. Por eso hablamos de construir tu proyecto de vida, que implicará etapas y objetivos por transitar y alcanzar.
Seguir la carrera que quieres, puede implicar renunciar a seguir la carrera que eligen tus amigos, y por tanto a no estudiar juntos y compartir tiempo como lo hacían en la secundaria. Quizás tu decisión también implique renunciar a seguir en la provincia de origen porque debes estudiar en otro lado... Todo ello implicará un trabajo de duelo en tu interior.
Duelo que significa dolor por el objeto perdido, sensación de frustración por no poderlo todo y la aceptación y resignificación por lo decidido.
En este momento, se vuelve de crucial importancia, estar acompañado, compartir lo que se siente, hablar sobre lo que pasa, pero también es necesario, un tiempo de silencio para poder escuchar la voz interior.
Las emociones de calma, serenidad, confianza, son emociones que pueden confirmarnos que las etapas de conflicto y dudas como la etapa de duelo, van llegando a su fin. Tu decisión te traerá muchas ganancias, sobre todo la ganancia estará en que has podido decidir y hacerte protagonista de tu proyecto de vida y has abierto una puerta de grandes aprendizajes, con un camino de muchas sorpresas e infinitas posibilidades.
El proceso vocacional, habrá llegado a la etapa de resolución (momento cuando tenemos claridad sobre la carrera a elegir). Sin embargo, es necesario saber que la vocación es dinámica y está en constante construcción, rediseñándose en función de las experiencias y oportunidades que se van transitando.
Puede incluso ir fusionándose con otras vocaciones que están en nuestro ser y que buscan ser respondidas. Así puede ocurrir, por ejemplo, que se esté entre dos opciones: estudiar psicología porque se reconoce la capacidad de escucha y de empatía y estudiar profesor en educación física, por el gusto por el deporte y en el recorrido del trayecto, recibirse de psicólogo y especializarse en psicología deportiva.
Debes estar atento, para ir escuchando lo que tu interior te suscita y las oportunidades que el contexto te presenta a fin de que logres mayor plenitud en tu vida.
LA AUTORA
LICENCIADA Y PROFESORA EN PSICOPEDAGOGÍA. DOCENTE EN LA UNLAR, ISFD “ALBINO SÁNCHEZ BARROS”. INTEGRANTE DEL EQUIPO DE ORIENTACIÓN ESCOLAR DE UN COLEGIO DE GESTIÓN PRIVADA DE LA PROVINCIA. REALIZA ORIENTACIÓN VOCACIONAL, ASESORAMIENTO INSTITUCIONAL Y EN TESIS, EN EL ÁMBITO PRIVADO PARTICULAR.

Autor: Lic. Daniela Flores|
PSICOPEDAGOGIA vocación EDUCACIÓN

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