En 1996, cuando se estrenó “Twister”, la película con Helent Hunt y Bill Paxton, era todo lo realista e impresionante que podía ser una película de 1996. Y eso significa que era muy realista: los espectadores quedaban al borde de las butacas, impresionados por esos cazadores de tornados que se acercaban al centro de la tormenta para desplegar un sistema de medición, mientras competían con otro equipo de científicos que querían hacer algo similar. El film fue un éxito tan grande que no sólo se anotó entre los más taquilleros (quedó segunda detrás de “Día de la independencia»), sino que también se convirtió en una popular atracción de los parques de diversión de Universal que, en este siglo, luce como una atracción vintage sin la más mínima emoción.
Pero la película fue mucho más que el despliegue visual que podía tener casi treinta años atrás.Fue entretenida, fue emotiva, y fue un clásico. Quizás por eso, ahora, con otros actores y otras chances tecnológicas, la historia vuelve, como “Tornados”.
La película original, que aún puede verse en plataformnas de streaming (y se sigue disfrutando como el buen cine de aventuras que es) comienza con el dramático momento en que la pequeña Jo Harding sufre, en medio de un devastador tornado, la dolorosa pérdida que marcará su vida adulta, y lo que la convertirá en experta meteoróloga que desafía a la naturaleza (y la muerte). Helen Hunt era Jo Harding en aquella versión, y en la historia, le pide ayuda a Bill, su ex pareja (Bill Paxton), para utilizar un dispositivo de seguimiento de tornados llamado “Dorothy”.
Ahora, en «Tornados», Kate Cooper (la británica Daisy Edgar-Jones) es una experta y aguerrida meteoróloga que intenta reponerse de los traumáticos y trágicos sucesos ocurridos cinco años antes (esta es quizás la línea más directa con el filme de treinya años atrás). Ella integra un grupo que se ha autobautizado como «domadores de tornados” y es creadora a la vez de un dispositivo con el que trata de moderar el efecto de estos devastadores fenómenos naturales.
Dirigida por Lee Isaac Chung, nominado al Oscar por “Minari”, y un elenco en el que además de Edgar-Jones (a la que vimos en “Normal People”) y Glen Powell (algo así como el nuevo actor de moda en Hollywood, al que vimos en “Top Gun: Maverick”, y más recientemente en la nueva película de Richard Linklater, “Hit man”), la película tine más puntos en común con aquella antecesora. No sólo en la potencia visual del efecto devastador que esos vientos provocan al pasar a toda velocidad por pueblos y ciudades de Oklahoma (que es la región de los Estados Unidos que más los sufre), sino también en la estructura de la historia, que incluye una competencia entre dos equipos de cazadores de tornados. Si: los dos protagonistas estarán en bandos opuestos y habrá tensión romántica entre ellos.
Cinco años después de los trágicos sucesos que vivió Kate, y ya convertida en meteoróloga con un trabajo en Nueva York, la joven recibe la visita de Javi (interpretado por Anthony Ramos) que, como ella es una sobreviviente de un tornado que le costó la vida a seres queridos. Javi convence a Kate de volver a “domar” tornados, pero esta vez con un equipo de científicos y una tecnología militar más precisa que la usaron un lustro atrás. Kate, entonces, se suma.
Es de regreso a Oklahoma donde se topan con el equipo rival (algo que también ocurría en Twister) que, a diferencia de ellos, tienen un fin más bien económico en la persecución de tornados. Y ahí esta Glen Powell, en el papel de un arrogante (casi tanto como en Top Gun) Tyler Owens, un aventurero de las redes sociales. Por supuesto, enfrentarán una media docena de súper tornados que ahora, casi tres décadas después de filmada la original, lucen en la pantalla grande como verdaderas fieras que destrozan todo a su paso.
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