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Deportes ORGULLO RIOJANO

Carolina Sá hizo historia en el Mundial de aguas frías

Fue la primera atleta con discapacidad en participar en la fecha del “Winter Swimming World Cup”, que se corrió en Santa Cruz y pese a competir en inferioridad física, logró cuatro medallas. “Nunca me imaginé que iba a hacer podio en todo lo que competí”, reconoció a NUEVA RIOJA y luego sentenció: “hay que creer y hay que apostarle a la vida”.
Lucas Malfatti

Por Lucas Malfatti

En un ejemplo elocuente de sacrificio, fortaleza mental y superación, la nadadora riojana Carolina Sá completó una tremenda e histórica participación en el Mundial de aguas frías, que se desarrolló la semana pasada en la provincia de Chubut.

Se trata de la fecha argentina del “Winter Swimming World Cup”, el certamen de Natación que se realiza sin traje de neopreno y que se disputó del martes 13 hasta el sábado 17 de agosto, en el lago Argentino (Parque Nacional Los Glaciares), frente al Glaciar Perito Moreno, en la provincia de Santa Cruz.

Las competencias se desarrollaron con temperatura del agua de 1,5C°, donde participaron más de 200 nadadores de países como Finlandia, Dinamarca, Islandia, Inglaterra, España, Italia, Francia, Portugal, Alemania, Chile, Rusia, Estonia, Marruecos y Argentina.

Allí, Carolina Sá logró cuatro podios y un cuarto puesto en las cinco competencias en las que participó, remarcando que la chamicalense tiene una discapacidad que no le permite competir en igualdad de condiciones. La nadadora riojana fue segunda en los 25 metros libres, tercera en los 50, 200 y 500 metros libres y cuarta 100 metros libres cuarta por la categoría Mujeres de 50/54 años.

En la prueba de 500 metros, se desprendió un pedazo de hielo, que le golpeó la cabeza y la oreja, pese a lo cual pudo completar la competencia y subirse al podio.

A consecuencia de ese desprendimiento y porque había mucho hielo flotante, no se llevó a cabo la prueba de los 1.000 metros, que era el fuerte para Carolina Sá y donde tenía centradas sus mayores expectativas.

Cabe remarcar que la nadadora de 52 años tiene ceguera de un ojo, superó un cáncer de útero, sufrió dos acv, tiene disminución de la movilidad en sus extremidades derecha y pasó por un total de 78 operaciones, de manera tal que prácticamente la mitad de su cuerpo es de metal, debido a la cantidad de prótesis.

Balance muy positivo

Tras la histórica participación, Carolina Sá dialogó con NUEVA RIOJA, donde realizó un balance de la brillante semana que vivió en la Patagonia.

“Vengo muy contenta, la verdad que nunca me imaginé que iba a hacer podio en todo lo que competí”, reconoció y remarcó: “voy en una desventaja total, porque era la única discapacitada compitiendo contra todos los demás”.

En cuanto a las complicaciones que tuvo que superar, detalló que “yo no podía ver del todo bien los icebergs porque tengo ceguera de un ojo y con el otro no puedo ver en un campo amplio y por eso me llevé uno por delante. Además, me funciona el 40% de un brazo y tengo una fuerza del 60% en una de las piernas”.

Sá consideró que “correr con esa desventaja, contra los mejores del mundo y encima ganar, provocó el asombro de todos”, y que en ese marco contó que “los organizadores no dejaban de abrazarme”. “Se me acercó Daniel Scioli (subsecretario de deportes de la nación) y me abrazó y me dijo que admiraba mi fortaleza”, completó al respecto.

“Era la única discapacitada y era la primera vez que competía una persona con esa condición. Y a pesar de correr con el 50% de posibilidades, clasifiqué entre las mejores”, valoró.

Por otro lado, también mostró el costado negativo de la competencia, que fue la suspensión de la prueba de los 1.000 metros.

“Yo fui para correr en los 500 metros y en los 1.000 metros, que es lo mío. Además, si se hacían los 1.000, era un record mundial, porque nunca un discapacitado nadó 1.000 metros en un agua de 1.5°”. “Iba con un objetivo, que era eso y tengo que volver media triste, pero Dios sabe por qué hizo las cosas. Me pongo en sus manos, si no fue, es porque no debía ser”, analizó.

Ejemplo de vida y superación

Además de la discapacidad que no le permite tener la misma movilidad que el resto en sus extremidades, en el 2023 Carolina Sá tuvo que atravesar otro desafío importante que la vida le puso por delante: “el año pasado no pude venir a este torneo, porque haciéndome todos los estudios, me descubrieron un tumor en el útero, que había adherido a la vejiga y a los intestinos”.

“Por eso, cuando eran las competencias, a mí me estaban operando”, confesó.

A partir de ahí, hubo un “volver a empezar” para la atleta riojana: “tuve que afrontar el tratamiento y me recomendaron no hacer el Campeonato del NOA por la agresividad de las radiaciones”. “El médico dijo que competir no afectaba mi salud, pero me advirtió que no iba a tener las fuerzas para competir”.

Pero la fortaleza anímica y física pudo más que el consejo médico y Carolina Sá se presentó en el Campeonato del NOA donde hizo 600 puntos, que es el puntaje máximo, porque siempre salió primera.

“Siempre le digo a las personas enfermas, que tienen que creer en uno y después aferrarse a algo. Yo me aferro mucho a Dios; a mi marido y entrenador, Manuel Perea; y a mis hijos, Iñaki e Imanol, que son los que me sostienen y aguantan que a veces no esté en casa, porque tengo que estar entrenando, los que me ayudan para que pueda entrenar”.

“Yo creo que hay que creer y hay que apostarle a la vida, y eso hice”, completó y con esa frase resumió de la mejor manera su historia de vida y de constante superación.

NATACIÓN CAROLINA SA MUNDIAL DE AGUAS FRIAS
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