La iniciativa fue impulsada por la organización, que decidió rendir homenaje permanente al deportista otorgándole su nombre al certamen. Esta decisión fue celebrada por la comunidad del deporte motor, que acompañó con respeto y emoción el anuncio.
El momento más conmovedor se vivió cuando su padre, David Rodríguez, y su hermano Airton subieron al podio para recibir el reconocimiento. Airton, visiblemente conmovido, será el encargado de continuar el legado familiar: competirá en el karting que pertenecía a Joel y lucirá el mismo traje de carreras que él usaba.
El acto fue más que un homenaje; fue una muestra del afecto, el respeto y la admiración que supo ganarse Joel durante su paso por las pistas. Compañeros de competición, organizadores, amigos y familiares recordaron su pasión, su humildad y su espíritu competitivo.
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