Dominik Mysterio, hijo de la leyenda de la lucha libre Rey Mysterio, ha logrado forjar su propio camino en la WWE, destacando por su talento en el ring y por sus confesiones personales que han sorprendido a muchos aficionados del wrestling. Una de las revelaciones más llamativas es su afición por el Real Madrid, equipo del cual se declara fiel seguidor desde su infancia.
En una reciente entrevista, Dominik reveló: "Soy madridista desde pequeño. Mi padre siempre fue fan del fútbol y me inculcó esa pasión. Aunque crecí en Estados Unidos, siempre seguí al Real Madrid y trato de ver sus partidos siempre que puedo". Esta confesión ha sorprendido a muchos seguidores, especialmente aquellos que desconocían su interés por el fútbol y su estrecha relación con la cultura española.
Una conexión especial con España
A pesar de haber nacido en San Diego, Dominik siente una conexión especial con España debido a sus raíces familiares y a su amor por el fútbol español. "Mi abuelo era español, de Murcia, y siempre me habló de la cultura y la pasión por el fútbol en España. Eso me hizo interesarme más por el país y, por supuesto, por el Real Madrid", comentó en la entrevista.
Su interés por España no se limita al fútbol. Dominik ha expresado en varias ocasiones su deseo de visitar el país con más frecuencia y conocer más sobre su herencia cultural. Ha manifestado su interés por la gastronomía, la historia y la música española, y no descarta la posibilidad de aprender el idioma de manera más profunda.
El desafío de ser hijo de una leyenda
Ser hijo de Rey Mysterio ha sido tanto una bendición como un desafío para Dominik. "Desde pequeño, la gente esperaba que siguiera los pasos de mi padre. Ha sido una presión constante, pero también una motivación para demostrar que puedo ser exitoso por mis propios méritos", afirmó.
A pesar de las constantes comparaciones con su padre, Dominik ha trabajado arduamente para establecer su propia identidad en el mundo de la lucha libre y ser uno de los luchadores más favorecidos por las apuestas MMA. Su transición de ser un personaje querido por el público a convertirse en un villano odiado ha sido un cambio que ha dado mucho de qué hablar, pero que le ha permitido desarrollar su personalidad y crecer como luchador.
Más allá del ring, pasiones y hobbies
Además de su amor por el fútbol y el Real Madrid, Dominik tiene otras aficiones que pocos conocen. Es un ávido jugador de videojuegos y disfruta de títulos como FIFA y Call of Duty en su tiempo libre. "Me ayuda a desconectar y relajarme después de los entrenamientos y las giras", compartió.
Otra de sus grandes pasiones es la música. Desde joven, ha tocado la guitarra y encuentra en la música una forma de expresión y escape. Le gusta escuchar distintos géneros, aunque ha confesado que el rock y el reguetón son los que más disfruta.
Planes futuros y metas personales
Dominik tiene claras sus metas tanto dentro como fuera del ring. "Quiero seguir creciendo en la WWE y, algún día, ser campeón mundial”, una meta para la que las apuestas deportivas se ponen a su favor. “Pero también me gustaría involucrarme en proyectos benéficos y devolver a la comunidad todo el apoyo que he recibido", expresó.
Su compromiso con causas sociales ha sido un aspecto que poco se menciona, pero que para él es fundamental. Ha trabajado con diversas organizaciones benéficas enfocadas en ayudar a niños y jóvenes en situación vulnerable. También ha expresado su deseo de colaborar con fundaciones que apoyen a la comunidad latina en Estados Unidos y en otros países.
Además, no descarta la posibilidad de visitar España más a menudo y profundizar en sus raíces familiares. Le gustaría asistir a un partido en el Santiago Bernabéu y conocer a algunos de los jugadores del equipo que ha seguido desde su infancia.
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