Sébastien está ahora a 9 minutos de la segunda posición de un sorprendente Moraes y Al-Attiyah mantiene su amplia ventaja en el liderato tras superar un día delicado marcado en rojo en el calendario de todos
Llegó la esperada etapa 11 del Dakar 2023. Aquella que todos tenían marcada en rojo en el calendario al ser la primera parte de la etapa maratón de esta 45º edición de la carrera más dura del mundo, es decir, en la que los pilotos no se encontrarían a sus asistencias mecánicas en pleno corazón del temido ‘Empty Quarter’ (cuarto vacío), un desierto inexplorado lleno de kilómetros de dunas blandas de todas las medidas posibles. Una auténtica tortura para todos en la que era muy fácil quedarse encallado en la arena. Pero finalmente, según los protagonistas, no fue para tanto. Las leyendas y rumores se quedaron cortos en comparación a la realidad. Ni Nasser Al-Attiyah tuvo problemas para continuar a medio gas, centrado en gestionar su amplia ventaja en la general (cedió 30 segundos respecto al segundo clasificado, el brasileño Lucas Moraes), ni Loeb sufrió para ganar de nuevo.
Todos los pilotos debían resguardar la mecánica porque al llegar al vivac, debían reparar sus coches con sus propias manos. Y los que necesitaban recortar tiempo, tenían en esta especial una gran oportunidad de arriesgar, aunque eso pudiera conllevar problemas. En ese contexto, Loeb atacó con todo, conquistando el ‘repoker’ en este Dakar con su quinto triunfo, el cuarto consecutivo, para seguir acercándose a la segunda plaza de Moraes.
El piloto francés de BRX se impuso a su compañero de equipo, Guerlain Chicherit, por 2’16”, al único Audi en liza, el de Ekström, que fue tercero a 2’26” y a Lucas Moraes (4º a 6’12”), controlado por Al-Attiyah en la quinta plaza a 30 segundos.
Loeb aprieta a Moraes y Nasser no sufre
De esta manera, el vigente campeón del Dakar, el catarí Al-Attiyah (Toyota), mantuvo su contundente liderato en la general prácticamente sin cambios, con 1 hora y 21 minutos de ventaja sobre Moraes. Sébastien Loeb es 3º a 1h30’41”, a tan solo 9’37” del segundo puesto de Moraes. El 9 veces campeón del mundo de rallies sigue apretando al máximo para lograr una segunda plaza que parecía casi imposible cuando en la etapa 2 perdió más de una hora y 20 minutos al sufrir tres pinchazos y al día siguiente cedió otros 20 minutos por un vuelco. Va a por ello. El brasileño se está defendiendo con mucha fuerza de sus ataques.
Loeb quiere ser segundo y esperar a que el Dakar pueda darle una segunda oportunidad si Nasser sufre otra vez los problemas de suspensiones que ya tuvo en esta cita. Sin embargo, el de Toyota está gestionando su ventaja a la perfección, sin percances, y superó una etapa 11 menos difícil de lo esperada en un territorio conocido para él, donde dijo a MD que suele adentrarse para "cazar o pasar unos días de vacaciones en familia". Su 'Benidorm de arena' particular. No sudó para restarle otro día al calendario antes de poder levantar su quinto cetro de campeón.
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