Chile está perdiendo viñedos. La mayoría de las erradicaciones se produjeron en las regiones vinícolas costeras de Casablanca y San Antonio, regiones vitivinícolas del interior de Colchagua, Cachapoal y Maipo. La superficie vitivinícola de Chile se redujo en poco más de 6.080 hectáreas, un 4,5% menos de 2020 a 2021.
Según informó el Servicio Nacional Agrícola y Ganadero (SAG) el mayor perdedor de terreno en variedades tintas fue Cabernet Sauvignon, con una disminución de 2.300 hectáreas, lo que representa una caída del 5,7%.
Sin embargo, sigue siendo, con mucho, la variedad más plantada de Chile, con más de 37.750 hectáreas en el suelo.
En pérdidas porcentuales de las principales variedades de uva, la Syrah fue la más afectada, con una pérdida del 8,7% de las plantaciones, seguida de la Pinot Noir con una caída del 6,4%.
Por su parte, Merlot perdió 547 hectáreas, lo que representa una caída de 4,8% y Carmenère perdió 4,7% de sus plantaciones, 518 hectáreas menos.
Según el análisis de la especialista Amanda Barnes, de autora de The South America Wine Guide, en The Drinks Business, los vinos blancos se vieron menos afectados por el desarraigo, aunque las variedades blancas más plantadas de Sauvignon Blanc y Chardonnay han bajado, un 5,9% y un 5,2% respectivamente.
Para su reporte, entrevistó a expertos que indicaron que la sequía es una parte clave del problema, tal como dijo Eduardo Jordan, enólogo jefe del productor de Fairtrade Chile, Miguel Torres. "Las oportunidades para nuevas plantaciones se han visto realmente limitadas debido a la disponibilidad de agua, que es cada vez más escasa", sostuvo. "Hay muchas fuentes de agua subterránea que ya no dan derechos de agua, ni permanentes ni temporales", consideró.
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