La oficia de prensa del Vaticano informó que el papa Francisco “durmió bien toda la noche”, no presentó fiebre y tampoco necesitó ventilación mecánica no invasiva en las últimas horas, aunque sí oxigenoterapia de alto flujo. De todas maneras, su cuadro clínico continúa siendo “complejo” y su pronóstico es “reservado”.
Por otro lado, dieron a conocer que “no hay consecuencias directas de la crisis aislada de broncoespasmo del viernes pasado, pero el riesgo de criticidad persiste”.
Jorge Bergoglio se encuentra internado en la clínica Gemelli, de Roma, desde el 14 de febrero afectado por una neumonía bilateral, agravado por otras complicaciones y la edad del pontífice, de 88 años.
Horas después del parte médico de este domingo 2 de marzo, el sumo pontífice envió un mensaje difundido por el Vaticano. “Quisiera darles las gracias por las oraciones, que se elevan al Señor desde el corazón de muchos fieles de muchas partes del mundo: siento todo su afecto y cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por todo el Pueblo de Dios. ¡Gracias a todos!“, señaló Francisco I.
Además, destacó: “Yo también rezo por ustedes. Y rezo sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda. Rezamos por la atormentada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu”.
“Hermanas y hermanos, les mando estos pensamientos todavía desde el hospital, donde como saben estoy desde hace varios días, acompañado por médicos y trabajadores sanitarios, a quienes doy las gracias por la atención con la que me cuidan”, había agregado en su mensaje.
Para cerrar, sostuvo en el comunicado que emitió este domingo: “Siento en el corazón la ‘bendición’ que se esconde dentro de la fragilidad, porque precisamente en estos momentos aprendemos aún más a confiar en el Señor; al mismo tiempo, doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de compartir en el cuerpo y en el espíritu la condición de tantos enfermos y personas que sufren”.
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