La persona más anciana del mundo, la monja brasileña Inah Canabarro Lucas, falleció este miércoles a la edad de 116 años. La información fue dada a conocer por la Congregación de las Hermanas Teresianas, sitio donde la religiosa vivía en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
Ostentaba el título desde enero de este año, luego de que el grupo de investigación gerontológica de Estados Unidos (GRG) y la organización LongeviQuest -especializada en rastrear a los supercentenarios-, lo afirmaran después del fallecimiento de Tomiko Itooka.
“En el día de hoy, que la resurrección abrace a la Hermana Inah Canabarro, damos gracias por la entrega y dedicación, pedimos que el Señor, padre de bondad, la reciba y la acoja en su infinito amor”, expresó la organización en un comunicado. En un video grabado por LongeviQuest, Canabarro se autodefinió como una persona “joven, bonita y amigable” y expresó que su secreto para la longevidad era rezar: “Lo es todo”.
Su longeva vida la llevó a ser homenajeada en distintas ocasiones, incluso por el papa Francisco, quien le dio una bendición especial en su 110° cumpleaños. También se le entregó un certificado que colocó en un lugar destacado de su habitación. Canabarro no pudo alcanzar a la francesa Jeanne Calment, quien llegó a ser históricamente la mujer más anciana y falleció en 1997 a los 122 años.
Inah nació el 8 de junio de 1908 y llevaba una vida marcada por su fe católica, el fútbol y una notable dedicación a la enseñanza. Sin embargo, según señaló AP, su sobrino, Cleber Canabarro, de 84 años, indicó que el verdadero nacimiento de su tía ocurrió el 27 de mayo, ya que el registro oficial fue realizado dos semanas después.
A los 16 años la monja brasileña tuvo su iniciación religiosa en una escuela de las teresianas en Santana do Livramento, en la frontera con Uruguay, antes de vivir brevemente en Montevideo. Fue ordenada monja a los 26 años y tuvo una larga carrera de servicio religioso como docente y secretaria.
Durante décadas, la mujer trabajó como profesora y dejó un legado inolvidable al formar dos bandas musicales en escuelas cercanas a la frontera entre Brasil y Uruguay. Entre sus alumnos destacados se encontraba João Figueiredo, el último dictador de Brasil, quien estuvo en el poder entre 1964 y 1985.
A su vez, la monja era una fanática del fútbol y ferviente hincha del club Internacional de Porto Alegre. De hecho, su habitación estaba decorada con regalos del equipo, cuyos colores lucía con orgullo. “El Inter es el equipo del pueblo, sin importar si eres rico o pobre, blanco o negro”, expresó.
En cada cumpleaños, el equipo publicaba un saludo hacia ella. En esta ocasión, despidió a la monja a través de sus redes sociales con un sentido mensaje: “Con gran tristeza Internacional recibe la noticia del fallecimiento de la madre Inah Canabarro. La hincha colorada que nos dejó este miércoles era la mujer viva de mayor edad del mundo, y dedicó sus 116 años de vida a la bondad, la fe y el amor al club del pueblo. Nos despedimos de la hermana celebrando su legado de espiritualidad y compasión y deseando fortaleza a sus amigos y familiares”.
En los últimos años, Canabarro fue hospitalizada en dos ocasiones por problemas de salud que afectaron su capacidad para hablar. En ambas internaciones recibió un fuerte apoyo de su sobrino Cleber, quien declaró: “Las otras hermanas dicen que se sobresalta cuando oye mi voz. Se emociona mucho“.
Comentarios