A las 17.15 del 9 de marzo de 2015, dos Eurocopter AS350 despegaron casi en simultáneo desde el Valle (o Quebrada) de Yeso, cerca de Villa Castelli, a más de 300 km de la capital riojana. Segundos después, en pleno ascenso inicial, se rozaron y cayeron. No hubo sobrevivientes. Fue una escena brevísima y brutal, en un cielo sin tormenta, que quedó registrada por cámaras de la producción.

Las aeronaves trasladaban equipo y participantes del reality Dropped, producido por Adventure Line Productions (ALP) para la TV francesa (TF1).
Entre los ocho franceses fallecidos estaban las estrellas Camille Muffat (oro olímpico en natación), Florence Arthaud (leyenda de la vela) y Alexis Vastine (bronce olímpico en boxeo). Los otros dos fallecidos fueron los pilotos argentinos de los helicópteros oficiales de La Rioja y Santiago del Estero.
La logística del programa preveía traslados a baja altura sobre un terreno de altura, seco y con amplias visuales. Aquel plan, que debía ser milimétrico, falló. Con el correr de las semanas aparecieron señalamientos sobre vuelos irregulares, permisos y coordinación entre aeronaves que ayudaron a explicar por qué un rodaje terminó en catástrofe.
La causa en Francia: de la instrucción al pedido de juicio
Con el tiempo, el expediente se bifurcó. En Francia, la justicia abrió una investigación por homicidio involuntario vinculada a la organización del rodaje. Tras años de pericias y testimonios, en septiembre de 2025 la fiscalía de París pidió elevar a juicio al productor y al jefe de seguridad del programa por presuntas faltas en la planificación. Es el paso más concreto en el fuero francés desde el cierre de la instrucción.
En paralelo, la justicia federal riojana mantiene abierta la investigación por estrago culposo con resultado de muerte y otras figuras, con medidas de prueba y responsabilidades administrativas en revisión. En 2020, los avances en Francia ya habían apuntado contra un jefe de seguridad (ciudadano sueco) contratado por la productora, lo que ayudó a enmarcar el capítulo internacional del caso.
Diversos relevamientos lo ubican como el mayor accidente civil de helicópteros en la historia argentina. El golpe fue doble: para las familias de las víctimas —tres de ellas íconos del deporte francés— y para la provincia, que vio involucrados helicópteros oficiales en una operación audiovisual de alto riesgo. La combinación de filmación, logística privada y recursos estatales dejó un debate abierto sobre estándares, permisos y supervisión.
El siniestro fue en Villa Castelli, departamento General Lamadrid, en una zona de altura conocida por su cielo limpio y relieve áspero. Es un escenario elegido para producciones y eventos deportivos justamente por esas condiciones: contraste de colores, aire seco y horizonte abierto. Pero esa belleza también impone reglas estrictas de planificación y coordinación aérea que, según las pesquisas, no se cumplieron de forma adecuada.

La tragedia se produjo mientas la productora francesa ALP filmaba el reality show Dropped, traducido al español como Supervivencia al desnudo, que consistía en abandonar a los participantes con los ojos vendados en un lugar desconocido para que regresen por sus propios medios a la civilización.
Los protagonistas tenían que tener buenas aptitudes físicas. Por eso entre las víctimas mortales hay tres deportistas de elite: los medallistas olímpicos Camille Muffat (natación) y Alexis Vasgtine (boxeo), y la famosa regatista Florence Arthaud. También murieron los pilotos argentinos Juan Carlos “Pelado” Castillo –que era veterano de la Guerra de Malvinas– y Roberto Abate, los camarógrafos Laurent Sbasnik y Brice Guilbert, el sonidista Edouard Gilles y otros dos miembros de la producción, Volodia Guinard y Lucie Mei Dalby.
La productora ALP ya había realizado dos ediciones de Dropped en Argentina y estaba filmando su tercera versión en el país, esta vez para la televisión francesa. Había grabado una primera parte en Tierra del Fuego y luego el equipo y los participantes se trasladaron a Villa Castelli, en el oeste riojano, al pie del cerro Famatina. Entonces, llegó el día de la filmación. La idea era que las aeronaves realicen un vuelo de formación de 360 grados antes de partir hacia la Quebrada de Yeso, donde iban a descender los participantes. Pero dos minutos después de despegar chocaron a unos 70 metros de altura.
Redacción Edición Digital de Nueva Rioja.
Comentarios