Por Sara Gonzalez
Abuelo de Javier Collovatti, el talentoso Ingeniero Agrónomo y Wine Maker de la Bodega Valle de la Puerta, Don Severino encarna la esencia romántica del trabajo en la tierra, la entrega total al vino y la humildad que solo los grandes maestros poseen.
Tiene un Carácter Forjado en el Terruño con la Poesía de la Humildad
La trayectoria de Don Severino habla de trabajo y virtudes que parecen extraídas de los versos más sinceros. Fue un trabajador que se entregó con dedicación absoluta a cada surco, con una perseverancia que le permitió sortear los caprichos del clima y del tiempo. Pero su grandeza reside en su inmensa humildad, esa que lo mantuvo siempre cerca de la tierra que amaba.
Don Severino entendió que la vida, como el vino, mejora al ser compartida. Su generosidad en el conocimiento fue la clave para traspasar la antorcha de la vitivinicultura a las nuevas generaciones. En el brillo de los ojos de su nieto Javier, yace la huella imborrable de ese patriarca, un legado de profundo respeto por el ciclo vital de la vid. Él es el patrimonio vivo de La Rioja, un hombre cuya labor fue, y es, un brindis silencioso a la excelencia.
Te invitamos a conocer el Alma líquida del homenaje vino Severino Collovati
El amor y la admiración de su familia han encontrado su forma más elegante: el vino Severino Collovati, un blend diseñado con maestría por su nieto Javier. Este vino en la copa, es el retrato líquido de su inspirador, un corte noble que fusiona el carácter y la tradición.
Cuenta el Ing. Collovati, que en el vino se refleja el carácter de su abuelo, con la destreza y el talento que tiene su trabajo, encontró la forma más clara de expresar su amor y devoción, al hombre que lo llevó al surco de la vid. En el encuentro con esta etiqueta de su firma, sus taninos presentes tienen el toque de distinción precisa, un brebaje de amor y mérito absoluto.
El aroma y fragancia es frutado, en boca un vino elegante y con personalidad.
Como un poético gesto de amor filial, la historia de Don Severino ha sido pintada para eternizar su imagen, más allá de todo.
Recientemente, su hija Elisa Collovati realizó una emotiva donación, un cuadro con la pintura de la imagen de Severino, que ahora está exhibido en el salón de ventas de la finca principal de Valle de la Puerta.
De esta forma, la imagen del patriarca de la vid no solo inspira desde el campo y desde la copa, sino también desde el arte. Es un recordatorio visual y conmovedor de que la elegancia de un gran vino nace de la nobleza de un gran hombre. Don Severino Collovati sembró y cultivó uvas, también un legado que hoy brinda por la vida y la tierra con una sofisticación inigualable.
¿Acaso hay tributo más hermoso que un vino que lleva tu nombre y un retrato que inmortaliza tu espíritu?
Te invito a conocer más de los vinos y la excelencia de Valle De La Puerta.
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