Mediante una nota enviada al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, con copia a los presidentes de todos los bloques políticos, la Comisión de Pastoral Social (CEPAS) de la Conferencia Episcopal Argentina expresó su apoyo al dictamen favorable de los proyectos de ley destinados a regular las apuestas en línea y a prevenir la ludopatía.
En ese mensaje, la CEPAS señaló: “Consideramos urgente que el texto aprobado en plenario de cinco comisiones el miércoles 13 de noviembre, reciba tratamiento en el recinto”. Además, pidió que sea considerado “en una sesión especial que se convoque a tal efecto o en una ampliación de temario de una sesión ya prevista, de modo que estas iniciativas puedan ser abordadas antes de la finalización del actual período legislativo”.
La Comisión de Pastoral Social que tiene referentes en todo el país y cuyo nuevo presidente es Monseñor Dante Braida (Obispo de La Rioja) manifestó: “Como bien lo han señalado tanto legisladores de diversos bloques políticos como representantes de organizaciones de la sociedad civil que participaron en las reuniones informativas, estamos ante un problema que exige una respuesta inmediata. Cada día observamos un aumento preocupante en la cantidad de niños, adolescentes y jóvenes de todo el país que, facilitados por el acceso masivo a las nuevas tecnologías, caen en el flagelo de la ludopatía”.
Cabe recordar que en julio la Comisión de Pastoral Social emitió un documento titulado «Apostar no es un juego», que «recoge las voces de más de 50 equipos de pastoral social de todo el país que manifestaron su profunda preocupación frente a esta realidad que afecta a nuestras comunidades, barrios y centros educativos”.
En ese documento se hicieron sugerencias importantes: «que la ley contemple, entre otras medidas, campañas preventivas sobre el consumo problemático del juego; prohibición de la publicidad; aumento de las restricciones de acceso de menores mediante filtros e identificación biométrica; bloqueo de sitios de juego en establecimientos educativos; impedimento de medios de pago asociados a cuentas en las que se depositen los pagos de planes y programas sociales; bloqueo de dominios de internet de sitios ilegales; cierre de cuentas bancarias que se han utilizado para realizar apuestas ilegales; impedir transferencias de divisas al exterior a cuentas de propietarios de sitios de juego ilegal; aumento de las penas previstas en el Código Penal para quienes permitan el acceso a la actividad de juego de azar a menores; diseñar e implementar un plan de acción para atender a las víctimas de la ludopatía por juegos y apuestas en línea , especialmente jóvenes y niños; prohibición a las entidades de bien público -como son los clubes deportivos- a que difundan publicidad de apuestas y fuerte sanción para las empresas que violen la ley”.
Por último, la CEPAS agradeció que las propuestas hayan sido «tenidas en cuenta» y ratificó la ”preocupación de la Iglesia por el avance de la ludopatía que afecta a muchas familias y en especial a los jóvenes que hoy tienen la posibilidad, a través de sus teléfonos móviles y de internet, de acceder a apostar sobre todo en sitios ilegales». En ese sentido, reiteró el pedido de un «pronto tratamiento de una norma que prevenga la ludopatía, regule las apuestas en línea y castigue el juego ilegal”.
Pastoral Aborigen
La Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen (CEPA) y el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) observan con preocupación las acciones que en forma constante ejecuta el gobierno nacional en contra de los derechos de los Pueblos Indígenas, tanto en el orden nacional como internacional y lamentan la posición asumida por Argentina en la Asamblea General de Naciones Unidas del 11 de noviembre del corriente año, en la que ha sido el único país en votar en contra de una resolución sobre derechos indígenas cuyo objetivo es reforzar el compromiso de los países miembros de proteger y promover los derechos de las Comunidades en áreas como el acceso a la justicia, la protección del medio ambiente y la preservación de sus culturas y lenguas.
Este voto negativo es un nuevo avance en contra del reconocimiento de los derechos indígenas consagrados en nuestra Constitución Nacional desde hace 30 “años, sumado a los retrocesos que en políticas públicas se han ido desfinanciando en detrimento de los intereses de los Pueblos Indígenas en un contexto de fuerte impulso de un modelo productivo extractivista solo posible con el avance sobre los territorios. Este voto negativo no solo implica fijar una posición en el ámbito internacional respecto a los derechos indígenas, sino que refuerza en el ámbito interno la negación de la preexistencia étnica y cultural, de sus instituciones, del derecho a la participación y consulta en todos los actos y decisiones que afecten sus intereses”, indicaron.
“La inminente caducidad de la ley 26.160 de emergencia territorial de los Pueblos Indígenas, nos hacen prever un escenario de mayor conflictividad y vulnerabilidad que exige un compromiso serio y concreto del Estado Nacional y los Estados Provinciales en tanto es una obligación constitucional y convencional, ineludibles. Ya lo expresó el Papa Francisco: “Pido a los gobiernos que reconozcan a los Pueblos Indígenas de todo el mundo, con sus culturas, lenguas, tradiciones y espiritualidades, y que se respete su dignidad y derechos con la conciencia de que la riqueza de nuestra gran familia humana consiste precisamente en su diversidad”, expresaron.
“Por todo esto, llamamos al dialogo abierto y sincero, pero desde la base del reconocimiento de los derechos de los Pueblos Indígenas consagrados en nuestro ordenamiento jurídico. Nos vemos en la necesidad de reforzar nuestro compromiso en las históricas reivindicaciones de los derechos de los Pueblos y exigir el cumplimiento de las obligaciones del Estado como garantes de los mismos”, dijeron.
“Los Pueblos Indígenas son preexistentes y tienen derechos. Abogamos por una Nación donde el diálogo y respeto por el otro sean prioridad”, finalizó la misivia firmada por Fray Luis Antonio Scozzina OFM, Obispo de Orán, Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen.
Comentarios