En un contexto económico adverso y de ajuste, las trabajadoras de casas particulares atraviesan una de las situaciones más críticas. Así lo expresó Andrea Cruz, secretaria general del Sindicato de Amas de Casa de La Rioja (SACRA).
“Lo que va del año, desde enero hasta ahora, no hemos logrado una sola paritaria. Es como si nos hubiesen suspendido el derecho a un salario digno”, afirmó. Cruz explicó que los sueldos del sector están muy por debajo del valor de la canasta básica, hoy en $1.400.000, y que la mayoría de las trabajadoras no logran cubrir necesidades mínimas.
La dirigente denunció también el abandono estatal hacia las jubiladas del sector: “Este gobierno no reconoce nuestro trabajo como labor. Para ellos, la casta no son los ricos, sino los pobres”.
Cruz advirtió sobre la complejidad de aplicar aumentos en provincias como La Rioja, donde el achatamiento de la pirámide salarial impide que las trabajadoras domésticas reciban mejoras sin generar desequilibrios con otros sectores públicos.
En cuanto al sistema de salud, destacó que la obra social OSACRA continúa dando cobertura a monotributistas y amas de casa, pese a las dificultades económicas: “Estoy haciendo milagros”, dijo entre risas, y subrayó que siguen brindando atención médica, aunque con prestaciones limitadas.
Además, OSACRA es pionera en el país con un programa integral de asistencia para víctimas de violencia de género, con atención médica, psicológica y asesoramiento legal.
Por último, Cruz ratificó el apoyo del sindicato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner frente al fallo de la Corte Suprema y anunció su participación en la movilización prevista: “Nosotras hablamos por las que no pueden. El que cuida ama, y el que ama, reconoce a quien lo cuida”.
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