
En vísperas de un nuevo acto electoral, la Pastoral Social de la Diócesis de La Rioja invitó a la comunidad a reflexionar sobre el valor del voto y el compromiso ciudadano como expresión concreta de la fe y la responsabilidad social.
En sintonía con el comunicado emitido por la Conferencia Episcopal Argentina, a través del Secretariado Nacional para los Laicos (SEPLAI), la Pastoral Social riojana recordó que la democracia se fortalece con la participación activa, el diálogo y la búsqueda del bien común.
Bajo el lema “¡Tu voto y tu compromiso valen!”, el mensaje animó a cada creyente a asumir su papel en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y fraterna, inspirados en las palabras del Beato Monseñor Enrique Angelelli y en el llamado del Papa León XIII (en Dilexi Te) a promover una política orientada al servicio y la justicia.
“La Pastoral Social de la Diócesis de La Rioja expresa su adhesión en todos los términos al comunicado que emitió la Conferencia Episcopal Argentina, a través del Secretariado Nacional para los Laicos (SEPLAI), en proximidades de un nuevo acto eleccionario”, así comenzó la misiva.
“Al igual que nuestros pastores, entendemos que la democracia se sostiene con la participación activa de los ciudadanos, asumiendo el compromiso de trabajar para que el bien común, el diálogo y el consenso sean los caminos del bienestar general”, determinó.

Siguiendo con el texto, expusieron la frase del Beato Mosneñor Enrique Angelelli: “Votar es hacer y construir nuestra propia historia argentina y provincial. Es poner el hombro para que como pueblo no se nos considere solamente en las urnas, sino como grandes protagonistas en la reconstrucción de la Patria.”
“¡Tu voto y tu compromiso valen!. Se aproximan elecciones para elegir diputados y senadores nacionales. Es comprensible que experimentemos cansancio o decepción, pero somos portadores de una esperanza que debe animarnos a involucrarnos. ¡Comprometámonos a participar con nuestro voto! Tu compromiso y tu voto son cimiento de nuestra democracia. El Papa León XIII, en Dilexi Te, nos dice: “Hago votos, por lo tanto, para que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo.” La participación política es una forma de servir y construir una comunidad más justa y solidaria”, apuntaron.
EN tanto que la Conferencia Episcopal Argentina, a través del Secretariado Nacional para los Laicos (SEPLAI) expresó: “queremos invitar a reflexionar sobre cómo participamos en la construcción social de la democracia, especialmente en estas elecciones de medio término. La Iglesia nos enseña que la participación política es una forma de servir y construir una comunidad más justa y solidaria. A veces, el clima cultural se encuentra impregnado de desconfianza y cansancio hacia la política y sus actores. Sin embargo, la auténtica vocación política, propia de la vocación laical, es un acto de amor cristiano que busca el bien común. Es el compromiso de entregar la vida para crear una sociedad fraterna y justa. En este sentido el Papa León XIV en “Dilexi Te” nos dice: “Hago votos, por lo tanto para que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo.” . La práctica política recobra su sentido más profundo cuando busca la unidad y prioriza a las personas más vulnerables, promoviendo intereses que beneficien al conjunto. Como dice el Papa Francisco en “Fratelli Tutti”, y también otros pontífices, trabajar por el bien común y la justicia social es la forma más alta de caridad, cuando la política está al servicio del amor a las personas en todas sus dimensiones, y no sólo de los intereses económicos o tecnológicos”, indicaron.
“Francisco también nos enseña que, para hacer un buen trabajo por nuestro pueblo, hay que partir de las necesidades reales y escuchar a los más vulnerables. La diversidad en la política enriquece y construye una visión más completa del “nosotros”.
El testimonio del Papa ha demostrado que el poder es para servir con amor, cercanía y humildad. Nos anima a ser constructores del bien común, promoviendo la paz y el respeto, incluso con quienes piensan diferente”, develaron.
“Se aproximan elecciones para elegir diputados y senadores nacionales. Es comprensible que experimentemos cansancio o decepción, pero somos portadores de una esperanza que debe animarnos a involucrarnos ¡comprometámonos a participar con nuestro voto! Tu compromiso y tu voto son cimiento de nuestra democracia”, afirmaron desde la Secretariado Nacional para los Laicos (SEPLAI), Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos, la Familia y la Juventud y Conferencia Episcopal Argentina.
El papa invitó a mirar a los pobres con los ojos de Cristo

Con el título Dilexi te (“Te he amado”), el Papa León XIV presentó su primera Exhortación Apostólica, dedicada al amor hacia los pobres y a la necesidad de poner a los más vulnerables en el centro de la vida de la Iglesia. Expone sobre “una economía que mata”, la falta de equidad, la violencia contra las mujeres, la desnutrición y la emergencia educativa. Retoma el llamado de Francisco en favor de los migrantes y exhorta a los creyentes a “hacer oír una voz que denuncie”. El documento —de 121 puntos— ofrece una profunda reflexión sobre la opción preferencial por los pobres, no como un gesto de beneficencia, sino como una exigencia del Evangelio y una expresión del amor de Dios. “La elección prioritaria por los pobres genera un renovamiento extraordinario tanto en la Iglesia como en la sociedad, cuando somos capaces de liberarnos de la autorreferencialidad y escuchar su clamor” (Dilexi te, 7).
En sus páginas, el Papa recuerda que Jesús, al hacerse pobre, estableció un vínculo inseparable con los últimos de la tierra. “No estamos en el horizonte de la beneficencia, sino de la Revelación” (DT 5), afirma el texto, subrayando que los pobres son el rostro visible de Cristo y, al mismo tiempo, maestros del Evangelio. “Los más pobres no son solo objeto de nuestra compasión, sino maestros del Evangelio” (Dilexi te, 79).
Dilexi te propone mirar la pobreza en todas sus dimensiones: la económica, la educativa, la sanitaria, la social y la espiritual. También aborda temas como la exclusión, la violencia contra las mujeres, la migración y las nuevas formas de vulnerabilidad que afectan la dignidad humana.
El Papa León XIV recuerda que el compromiso con los pobres no se limita a una acción asistencial, sino que debe transformar nuestras estructuras, nuestras comunidades y nuestro modo de vivir la fe. “El cristiano no puede considerar a los pobres solo como un problema social: ellos son una cuestión familiar. Son nuestros”.
El documento retoma la herencia espiritual de San Francisco de Asís y de las enseñanzas del Papa Francisco, especialmente su exhortación Dilexit nos (2024), profundizando en el llamado a una Iglesia cercana, misericordiosa y comprometida con la justicia.
En los números intermedios del documento (entre los nn. 60 y 70), el Papa retoma literalmente una expresión usada por Francisco en Evangelii Gaudium, al afirmar que: “Persisten estructuras de pecado que producen una economía que mata y un sistema global que excluye.” (Dilexi te, 63). Allí agrega que la inequidad “no es un destino inevitable, sino una decisión que se puede revertir con justicia y fraternidad”. En los nn. 72 al 78 se aborda la situación de vulnerabilidad de muchas mujeres y niños. El Papa denuncia “las heridas abiertas de la violencia contra las mujeres, la desnutrición infantil y la emergencia educativa que impide soñar con un futuro digno”. Se trata de una ampliación del concepto de pobreza a sus dimensiones humanas y culturales, no sólo económicas.
En continuidad con el magisterio de Francisco, Dilexi te dedica un apartado específico a las migraciones: “Los migrantes son imagen de Cristo que no encuentra lugar en la posada. No basta compadecerse: hay que levantar la voz y tender la mano.” (Dilexi te, 88)
Finalmente, en los últimos puntos del texto, el Papa llama a la acción profética de los creyentes: “Las estructuras de injusticia deben ser destruidas con la fuerza del bien, con la ternura que desarma, con la firmeza de la verdad.” (Dilexi te, 112)
Y añade: “No se trata de un grito de odio, sino de una voz que denuncia para sanar, que rompe el silencio cómplice y devuelve esperanza.” (Dilexi te, 113)
La Exhortación “Dilexi te” invita a las comunidades, parroquias y movimientos de nuestra Diócesis de La Rioja a redescubrir la fuerza transformadora de la ternura, la solidaridad y la justicia. “Es sorprendente la experiencia de que los pobres nos evangelizan”.

También, en la memoria litúrgica de Karol Wojtyla, al saludar a los fieles polacos que participaron en la Audiencia general, el Papa instó a todos a seguir la invitación que el santo Pontífice expresó hace 47 años en su homilía de la Misa de inauguración de su pontificado: «Todos estamos llamados a hacerlo nuestro».
“Hoy celebramos la memoria litúrgica de san Juan Pablo II. Hace exactamente 47 años, en esta plaza, instó al mundo a abrirse a Cristo. Este llamamiento sigue vigente hoy: todos estamos llamados a hacerlo nuestro”. Con estas palabras, el Papa León XIV, al saludar a los fieles de habla polaca presentes en la audiencia general en una Plaza de San Pedro lluviosa, recordó la Misa de inauguración del pontificado de Juan Pablo II. Era el 22 de octubre de 1978, y en su primera homilía como Obispo de Roma, Wojtyla exhortó al mundo a “abrir de par en par las puertas a Cristo”. Esta expresión se convertiría posteriormente en el sello distintivo de su pontificado. Y cuando, el 27 de abril de 2014, el papa Francisco canonizó a Juan Pablo II, la entonces Congregación para el Culto Divino estableció que la memoria litúrgica del Papa polaco se celebrara el 22 de octubre, en lugar del día de su muerte, el 2 de abril.
Al final de la Audiencia, el Papa León recordó que “el mes de octubre nos invita a renovar nuestra cooperación activa en la misión de la Iglesia”.
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