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1591 Cultura + Espectáculos LA COLUMNA DE PAULA

La ingeniería le canta a la música: Rafael Coppari

Si considero a la música en su definición tradicional como el arte de crear y organizar sonidos y silencios y ampliamos el concepto, la música es una manifestación artística que expresa emociones, ideas, sentimientos que transforman a las personas.
Lic. Paula Monsberger

Por Lic. Paula Monsberger

Siempre consideré que la Ingeniería Civil es la música encargada del diseño, construcción y mantenimiento de estructuras varias y diversas, las cuales transforman a las ciudades y sociedades.

Si considero a la música en su definición tradicional como el arte de crear y organizar sonidos y silencios y ampliamos el concepto, la música es una manifestación artística que expresa emociones, ideas, sentimientos que transforman a las personas. En un punto medio, se centra el canto que es un conjunto de técnicas, para matizar vocalmente sonidos con un timbre y volumen considerables.

Si entrelazamos en una matriz de construcción y música a ambos conceptos, la ingeniería de la música produce una comunicación sonora que incluye en sus obras, el campo perceptivo de la persona y la música de la ingeniería permite comunicar a través de las estructura de las obras, una ambientación que impacta tanto en personas como en sociedades. Es un feedback que impacta completamente a través del punto medio, o sea el canto, esa voz, en los sentidos auditivo, visual, tactil, y porque no incluir el olfato por la obra en sí y el gusto por el sonido mismo.

Rafael Coppari, nacido en el jardín de la República, Tucumán, de profesión Ingeniero Civil y Tenor.

Se recibió de Ingeniero Civil en la Universidad Nacional de Tucumán y actualmente es Profesor Titular de la UTN regional en La Rioja y Tucumán.

Estudió canto en la Escuela Superior de Canto de Madrid de 2001 a 2005.

Durante el día trabajaba haciendo cálculos en estudios de ingeniería, y por la tarde entrelazaba los sonidos de su voz de cantante lírico, realizando su carrera de tenor.

La ingeniería le canta a la música, cantando como solista, en sus años de vida en Madrid, obras maravillosas que nos llevan a recorrer nuestros sentidos, con alma y ser. Óperas como La Traviata de Giuseppe Verdi, Don Pasquale, Rita, La Hija del Regimiento de Donizetti, Las Bodas de Figaro, entre otras, nacieron de la voz de un Tenor que ama la construcción sonora de la estructura de la obra que representa.

Nacido en Tucumán, pero viajero de alma, Rafael, actualmente reparte sus actuaciones musicales con la docencia.

El pasado 15 de Diciembre presentó el concierto de Navidad O Holly Night , en el espacio de Arte La Cittadina, Concepción (Tucumán) , con un programa que incluyó, opera , zarzuela , villancicos y boleros.

Como todo artista, Rafael ama cantar, comer y viajar y como buen ingeniero, gusta de la docencia porque ama leer y escribir.

Le pregunto por un tema favorito para cantar y elige “Ah mes amis” de la opera la Hija del Regimiento del compositor Gaetano Donizetti, es uno de sus preferidos. Surge también una zarzuela, la famosa composición de Tomás Barrera y Rafael Calleja: “Adiós Granada”.

En su carrera como solista, ha grabado varias composiciones, entre las que destaca “la Misa de Réquiem” en re menor del maravilloso Mozart”; y un compilado de áreas de óperas y romanzas de zarzuela que está siendo editado para ser plasmado en un disco.

Sus hijos completan sus sueños y amor por la vida, por su profesión y la música. Sonríe al hablar de ellos, su hija Ariadna Valentina de 23 años, estudiante de Licenciatura en Multimedia y su hijo Leonel Agustín, de 24 años, estudiante de Ingeniería en sistemas, ambos en la UNLaR.

Dice que sus sueños están cumplidos pero que tiene un deseo de un mundo más humano. Aunque no descarta un nuevo objetivo que podría ser otro nuevo sueño, que es publicar su segunda novela y grabar un nuevo disco. Su primera novela se llama “El Marinero”.

Y esos sueños los reflejaban su mente y manos de niño, al que le gustaban las matemáticas y la física, y esa profesión de ingeniero, nace de esa niñez donde construía casas de Rasti, aviones y mini estadios de fútbol.

Y de esos sueños, escuchaba en su alma, la voz de un niño que cantaba, creciendo en un hogar donde se escuchaba música clásica y donde se recitaba poesía, un hogar que lo impulsó a manifestar su amor por el arte musical.

Varios cantantes y autores prefieren su alma de Tenor y músico. Dimitri Horoskovsky, cantante ruso es uno de ellos.

Con los años uno se va haciendo más reflexivo y comienzan a delinear el alma, cosas y situaciones más sencillas, momentos que nos hacen ser consientes del tiempo y el espacio que nos rodea, ese tiempo y espacio que muchas veces damos por hecho que debe estar y que nos debe pertenecer.

En palabras de Rafael, ese tiempo y espacio donde pertenecemos “es estar en paz con uno mismo, y eso los convierte en el mejor tiempo-espacio que podemos elegir”.

¡Hasta un próximo tiempo espacio, estimados lectores y amigos!

LA AUTORA

PAULA MONSBERGER ES: MAGISTER EN RELACIONES INTERNACIONALES. LIC. EN CIENCIA POLÍTICA, RELACIONES INTERNACIONALES Y COMERCIO INTERNACIONAL. PROFESORA DE ALEMÁN. MAESTRA EN DECLAMACIÓN Y RECITADO. CONDUCTORA DE RADIO Y TV. ACTRIZ.

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